En este edificio del rastro TIF de cabritos se invirtieron más de 8 millones de pesos. El proyecto total, es decir, ya equipado, costaría más de 21 millones. Actualmente no tiene ninguna utilidad.
Aseguran autoridades de Desarrollo Rural en La Laguna que inmueble no se terminó por falta de presupuesto.
En un “elefante blanco” se convirtió el Rastro TIF de cabritos para la asociación de caprinocultores proyectado por el Gobierno del Estado. Aunque las autoridades niegan que lo sea, no recuerdan en qué año inició su construcción, “hace mucho de eso, tres o 4 años”, dicen. Tampoco hay un proyecto definido para que la estructura en la que se invirtieron casi 8 millones de pesos, misma que se deterioró por el abandono, tenga alguna utilidad.
Hasta ahora los únicos animales que hay en el interior del rastro que se suponía tendría un fin social son centenares -quizá miles- de arañas y palomas. Entrar al edificio es fácil, pues tiene los vidrios rotos. En los azulejos de las salas hay de todo: tenis abandonados, una mesa y cartones que han servido de cama para malvivientes quienes también robaron el cable de cobre que había.
El rastro está ubicado en terrenos del ejido Transporte, justo a un costado del Rastro Municipal de Gómez Palacio. Según el subsecretario de Desarrollo Rural del Estado en La Laguna, Rogelio Valles Santellano, no se terminó por falta de presupuesto y porque entró en litigio el terreno donde está ubicado, pues no estaba bien definido el traspaso de esta propiedad, situación que asegura ya se definió a favor del Gobierno Estado.
-¿En qué año se inició la construcción?
-No tengo el dato preciso porque me agarró medio frío, traigo temas más actuales, necesito consultarlo, pero mínimo tiene de 3 a 4 años y hacemos lo posible por reorganizarnos con los caprinocultores para reactivar esa obra, reiniciarla y terminarla, contestó Valles Santellano, quien admitió que la estructura está muy deteriorada.
No obstante Julio Ramírez Fernández, secretario de Caprinocultores Unidos de Gómez Palacio SPR de RL y miembro de la CNC, dijo que el proyecto tiene más de 5 años detenido.
“¿Cómo va a estar bien que se hayan tirado a la basura 8 millones de pesos?, la burocracia nos aplasta a los pequeños productores y el problema es que no hay quién intervenga, quién ayude a que todos nos organicemos y esto funcione, a lo mejor puede que el gobernador tenga muy buenas intenciones pero en veces son los achichincles los que no ayudan”, dijo el productor.
Cuestionado sobre el tema, el regidor Alberto Castellanos, presidente de la Comisión Municipal de Rastro, admite sin miramientos: “¡Claro que es un ‘elefante blanco’!, ahí está para quien lo quiera ver, se anunció con pompo y platillo y no se hizo nada”.
Sin embargo el subsecretario de Desarrollo Rural del Estado en La Laguna, Rogelio Valles, niega que se quede así definitivamente. “No podemos dejar ese edificio como un ‘elefante blanco’, es una inversión bastante fuerte además de que la Región Lagunera de Durango requiere contar con un rastro TIF para darle un valor agregado al cabrito, pensamos que reorganizando a los caprinocultores y programando un presupuesto para terminarlo podremos estar en condiciones de ponerlo en operación”, acotó.
¿ELEFANTE BLANCO?
La expresión “elefante blanco” es atribuida a posesiones que tienen un costo de manutención mayor que los beneficios que aportan o aquellas que proporcionan beneficio a otros pero que a su propietario únicamente le ocasionan problemas.
Su origen viene de que antiguamente los reyes de Tailandia cuando no estaban satisfechos con un súbdito le regalaban un elefante blanco. El súbdito debía darle comida especial, lo cual tenía un costo que regularmente arruinaba al súbdito.
Datos del proyecto
A continuación se mencionan algunos datos que usted debe saber sobre el rastro.
*La Subsecretaría de Desarrollo Rural confirmó que en la infraestructura del edificio se ejercieron 8 millones y medio de pesos, de lo cual ya se ha perdido una parte de la inversión y que el monto total del proyecto ya equipado era por más de 21 millones de pesos.
*El principal beneficio del Rastro TIF de cabritos era controlar el precio, es decir, que éste fuera más estable durante el año en beneficio de los productores de la asociación, pues es precisamente la inestabilidad la que propicia el “coyotaje”, es decir, se malbarata la venta de los animales y los productos que de ellos se generan.