El puente Imams en el norte de Bagdad estuvo cortado casi tres años después de una mortífera estampida. (AP)
Cientos de personas asistieron hoy a la reapertura de un puente que une los vecindarios suníes y chiies de Bagdad, en un indicio más de que ha mejorado la situación de seguridad en la capital iraquí.
Sin embargo la relativa calma en Bagdad sigue frágil y se producen ataques aislados casi diariamente. Dos bombas estallaron a la vera de caminos en rápida sucesión en el este de Bagdad durante la hora de mayor tránsito este martes por la mañana y dejaron tres muertos y 14 heridos, dijeron la policía y funcionarios de hospitales.
El puente Imams en el norte de Bagdad estuvo cortado casi tres años después de una mortífera estampida durante una procesión chii que dejó casi mil muertos. El puente permaneció cerrado durante cruentas luchas sectarias en el 2006 y 2007.
Pero las fuerzas de seguridad estadounidenses e iraquíes han tomado la iniciativa en la lucha contra los extremistas en los últimos meses, lo que ha reducido la violencia en la capital. Las autoridades han reemplazado las barricadas en el puente con puestos de control y han reabierto el paso de la arteria que va de este a oeste en el norte de la capital.
Los funcionarios del gobierno, como también los suníes y chiies, saludaron la reapertura del puente como una victoria contra el sectarismo y celebraron con la matanza ritual de media docena de ovejas.
"Este puente es el símbolo del verdadero espíritu y solidaridad del pueblo iraquí", dijo el jeque Saleh al-Haidari, un líder comunitario chií. "Es un día de gozo para el pueblo iraquí porque hemos demostrado al mundo que somos un pueblo unido".
La bandera iraquí roja, blanca y negra ondeaba de los pilares de acero del puente, y a los costados se veían cartelones con las leyendas "Sí a la reconciliación y unidad nacional" y "No al sectarismo y división".
"La reapertura de este puente es un indicio claro de la mejora en la seguridad en Bagdad. Es una indicación de que los intentos desesperados de los terroristas han fallado y que la vida retorna a la normalidad", dijo el mayor general Qassim al-Moussawi, un vocero de los militares iraquíes en Bagdad.
La estampida que obligó al cierre del puente hace tres años fue desencadenada por rumores de que un atacante suicida estaba por inmolarse. Los peregrinos desesperados provocaron la estampida tratando de escapar.
El incidente causó profundas suspicacias entre los vecindarios conectados por el puente: el barrio chií de Kazimiya en la margen occidental y el distrito suní de Azamiya al este.