La apertura de Tíbet al turismo extranjero tuvo lugar después del paso de la antorcha olímpica por Lhasa, el pasado fin de semana. (Archivo)
Tíbet recibió ayer a sus primeros turistas extranjeros, una pareja de suecos, después de mantener sus puertas cerradas al turismo desde los violentos disturbios antiGobierno registrados en su capital Lhasa hace más de tres meses.
El arribo de los suecos Kurt Persson y Eva Sandstrom ayer por la tarde a Lhasa marcó la total apertura de esa región autónoma al turismo extranjero y doméstico, según reportes de la agencia china de noticias Xinhua.
La apertura de Tíbet al turismo extranjero tuvo lugar después del paso de la antorcha olímpica por Lhasa, el pasado fin de semana, como el Gobierno había previsto para evitar manifestaciones.
El Gobierno tibetano suspendió la autorización de permisos turísticos a los viajeros extranjeros como consecuencia de las protestas antigobierno protagonizadas por monjes y que derivaron en violencia, en marzo pasado.
Las autoridades locales citaron preocupaciones de seguridad y la reconstrucción de las instalaciones turísticas alrededor de los sitios que resultaron dañados en los disturbios.
Tíbet no prohibió la entrada a turistas domésticos independientes, pero sí a los grupos nacionales y extranjeros, los primeros de los cuales procedentes de Hong Kong, Macao y Taiwán pudieron ingresar a la región desde mayo pasado.
Hasta el pasado día 20 de este mes, la región himalaya ha recibido a más de 160 grupos de turistas domésticos.
Tras la visita de la pareja sueca, se tiene previsto un segundo grupo de turistas extranjeros, cuatro singapurenses, que llegará a la capital tibetana el próximo domingo, según la oficina regional autónoma de Turismo de Tíbet.