El estilo de vida de las grandes urbes no contribuye a la reducción de los índices de enfermedades bucales en nuestra población.
La modificación de hábitos alimenticios e higiénicos contribuiría a la reducción de los índices de enfermedades bucales en nuestra población.
El cambio registrado en la alimentación del mexicano, marcado por un incremento en el consumo de azúcares refinados, ha ocasionado que la población deba acudir al consultorio del dentista por lo menos dos veces al año, indica el presidente de la Asociación Dental del Distrito Federal (ADDF), Armando Dorantes.
Pero, más allá de esta amarga realidad, es un hecho que enfermedades como obesidad, diabetes y partos prematuros se encuentran directamente relacionadas con los problemas bucales.
Expertos señalan que, aunado a esto, la vida acelerada que se vive en las grandes ciudades y el escaso tiempo destinado al cuidado personal, contribuyen a que estos padecimientos vayan en aumento.
La situación nacional es crítica, poco más de 50% de la población padece caries y enfermedad periodontal (de las encías).
Son una pareja popular, seguida de la mal oclusión, es decir, problemas con el acomodo de los dientes, a lo que hay que añadir que los tratamientos para su cuidado y prevención son caros.
Hay cosas por hacer, por ejemplo, el uso de flúor reduce la prevalencia de caries hasta 84%, de acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud.
Pero detalla que su uso debe acompañarse de la modificación de hábitos alimenticios e higiénicos, pues el estilo de vida de las grandes urbes no contribuye a la reducción de los índices de enfermedades bucales en nuestra población.
Expertos alertan sobre el hecho de que los mexicanos han elevado su consumo de alimentos con azúcares y harinas refinadas. “México es uno de los mayores consumidores de bebidas gaseosas, mismas que favorecen la desmineralización del esmalte de los dientes”.
Aub Safar comenta que a diferencia de hace 50 años, cuando sólo había una o dos clínicas dentales en México, hoy existen más de 150 mil dentistas; de esos, 90% son especialistas que trabajan por su cuenta en pequeños consultorios.
Los mexicanos no atienden sus dientes como se debe, entre otras cosas por las condiciones económicas adversas y han influido notoriamente en el escaso crecimiento en cuanto al nivel de vida, educación continua y mejoramiento del ejercicio odontológico.