El embajador de Estados Unidos en Canadá, David Wilkins, calificó hoy de 'interferencia' en el proceso político de su país la fuga de información que puso en duda la postura del candidato demócrata, Barack Obama, respecto al TLCAN.
En declaraciones a la emisora pública Canadian Broadcasting Corp. (CBC), Wilkins dijo que la difusión de un memo del gobierno canadiense que supuestamente reflejaba una falta de sinceridad de Obama 'fue una interferencia' en el proceso político en su país.
Los candidatos a la nominación presidencial por el Partido Demócrata, los senadores Hillary Clinton y Barack Obama, se habían pronunciado a favor de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en caso de llegar al gobierno.
El memo filtrado a la prensa en Canadá y Estados Unidos resume una conversación privada del cónsul general de Canadá en Chicago, Georges Rioux, con el académico Austan Goolsbee, asesor económico del candidato demócrata a la nominación presidencial, Barack Obama.
El resumen, que Goolsbee afirmó no representa lo que él dijo, concluye en que la afirmación de Obama debe ser interpretada como una 'postura política' y no la política que seguirá si llega a la Casa Blanca.
Para Wilkins este incidente no es algo insuperable sino un 'bache' en el camino, agregando que el gobierno de Ottawa había expresado ya sus disculpas por lo que él, personalmente, no veía como algo hecho 'oficialmente' por el gobierno canadiense.
Los periódicos canadienses afirmaron este día que fue Ian Brodie, jefe de gabinete del primer ministro Stephen Harper, quien hizo la primera mención de que 'había que tomar con un grano de sal' la declaración de los precandidatos demócratas Clinton y Obama.
Brodie hizo ese comentario el 27 de febrero pasado a periodistas de la cadena de televisión CTV durante la parte a 'puertas cerradas' de la presentación del presupuesto federal, en Ottawa, pero mencionando a Hillary Clinton en particular.
CTV News salió con esa información desde su oficina en Washington pero afirmando que se trataba de Obama, y poco más tarde la agencia Prensa Asociada recibió copia del memo entre el cónsul general de Canadá en Chicago y Austan Goolsbee.
Hace dos días el primer ministro Harper negó ante el Parlamento que su jefe de gabinete, Ian Brodie, hubiera entregado a la prensa ese memo, afirmando que su gobierno estaba 'tratando de encontrar' a la persona responsable de filtración de ese documento diplomático.
Interrogado por la oposición en el Parlamento, que acusa al gobierno conservador de estar 'trabajando' para el Partido Republicano, Harper anunció que se estaba llevando a cabo 'una investigación de seguridad interna' en el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consejo Privado, la más alta instancia estatal.
Esta fuga de información, según los partidos de la oposición en el Parlamento, no sólo implica una interferencia en el proceso electoral estadounidense sino un apoyo a los republicanos para combatir a Obama en la próxima campaña presidencial.
Este día, el analista James Travers, del diario Star de Toronto, opinó que esta filtración para poner en duda la sinceridad de Obama estuvo destinada a favorecer a Hillary Clinton.
'Los conservadores canadienses tienen la esperanza de que la presa más fácil para el republicano John McCain será la nominada demócrata para la elección presidencial', opinó.
Un Obama triunfante sólo empeoraría las cosas para Harper, lo que explica que estén favoreciendo a Clinton 'mientras rezan por McCain', agregó Travers.
El Star de Toronto, en un editorial titulado 'Canadá versus Obama', recordó que Harper llegó al gobierno prometiendo que mejoraría las relaciones entre Canadá y Estados Unidos.
Pero si, como se alega, el gobierno de Harper deliberadamente filtró el documento con información dañina para Obama, a largo plazo esto 'quizá haga un grave daño a las relaciones' entre ambos gobiernos.
Alertó que 'contar con un triunfo de McCain' es bastante riesgoso si se miran 'las ganas de cambio' que manifiesta la opinión pública estadunidense.