El Vaticano declinó hoy comentar las declaraciones del ministro israelí para Asuntos de la Diáspora, Isaac Herzog, contrarias a la beatificación del papa Pío XII, mientras que el cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, las consideró "una intromisión en asuntos internos de la Iglesia".
"No tengo nada que decir, no quiero alimentar la polémica", dijo escuetamente a los medios de comunicación el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien ya la pasada semana en una declaración oficial pidió que no se presione al Papa "en un sentido o en otro" en el caso del proceso de beatificación de Pio XII (1876-1958).
Papa Pacelli (se llamaba Eugenio Pacelli) gobernó la Iglesia desde el 2 de marzo de 1939 al 9 de octubre de 1958 y le tocó vivir los duros años del nazismo y muchos historiadores le acusan de antisemita y de no haber elevado la voz con más fuerzas contra el régimen de Hitler, algo siempre negado por el Vaticano.
Quien sí se pronunció hoy contra el ministro israelí fue el cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, actual arcipreste de la basílica de San Pablo Extramuros, en Roma, y que fue quien firmó por la Santa Sede los acuerdos que permitieron las relaciones diplomáticas con Israel en 1993 y fue el primer Nuncio en ese país.
"La Santa Sede mantiene un comportamiento responsable, pero ciertas intromisiones en las cuestiones internas de la Iglesia aburren, son juicios externos", dijo el cardenal ante un grupo de periodistas internacionales que visitaron la tumba del Apóstol de los Gentiles.
El cardenal recordó que actualmente Benedicto XVI mantiene una etapa de "reflexión" sobre el proceso de beatificación de Pío XII y que "no se le debe molestar con declaraciones para obligarle de una manera u de otra".
En esa misma línea, uno de los postuladores (encargado de la propuesta de beatificación) de la causa de Pío XII, el jesuita Paolo Molinari (el otro es el también jesuita Peter Gumpel), dijo hoy a los medios locales que las palabras del ministro israelí son una "injerencia" en asuntos internos de la Iglesia Católica.
Molinari se mostró "sorprendido" de que el ministro afirmara que no hay testimonios que puedan demostrar que Pío XII interviniera en defensa de los judíos, subrayando que las hay y que una fue Golda Meir.
A este respecto, el pasado día 9, durante la misa que ofició en el Vaticano en el 50 aniversario de la muerte de Pío XII, Benedicto XVI dijo, entre otras cosas, que "por sus intervenciones en favor de los judíos, destacados políticos israelíes, como Golda Meir, escribió en su día: "Cuando el martirio más horroroso golpeó a nuestro pueblo, durante los diez años del terror nazi, la voz del Pontífice (Pío XII) se levantó en favor de las víctimas".
En unas declaraciones publicadas hoy por el diario "Haaretz", el ministro Isaac Herzog dijo que "el intento de convertir a Pío XII en un santo es inaceptable" y que "en el período del Holocausto el Vaticano (durante el Papado de Pacelli) sabía muy bien lo que estaba ocurriendo en Europa", referencia a la persecución de judíos en guetos y campos de concentración nazis.
Las palabras de Herzog se producen después de que el pasado 6 de octubre el rabino jefe de Haifa (Israel), Shear-Yashuv Cohen, se mostrara también contrario a la beatificación, asegurando que Pío XII no levantó la voz contra el régimen de Hitler.
"Creemos que no debería ser beatificado o tomado como modelo quien no levantó la voz, aunque si de manera secreta intentó ayudarnos", dijo Shear-Yashuv Cohen, después de participar en el Sínodo de obispos en el Vaticano.
Tres días más tarde, Benedicto XVI, conmemorando el medio siglo de la muerte de Pacelli dijo que Pío XII condenó desde el primer momento el nazismo y que en muchas ocasiones actuó de "manera silenciosa y secreta" para evitar "lo peor" y salvar al mayor número posible de judíos.
La polémica se reavivó el 18 de octubre, cuando el postulador Gumpel aseguró que Benedicto XVI no visitará Israel mientras no se suprima la frase bajo la fotografía de Pío XII en el Museo del Holocausto, en la que se cuestiona su conducta ante el exterminio de judíos en Europa.
"Hasta que el epígrafe no se elimine, Benedicto XVI no puede acudir a Israel porque sería un escándalo para los católicos", añadió Gumpel, reavivando la polémica, en la que intervino el portavoz del Vaticano, que precisó que el epígrafe es algo "relevante", pero "no es un hecho determinante" en la decisión de un posible viaje.
Un día después, el presidente de Israel, Simón Peres, instó a Benedicto XVI a que no cancele una futura visita a Israel.
Sobre el estado del proceso de beatificación de Pío XII, está a la espera de que el Papa firme el decreto que reconoce las virtudes heroicas, primer paso hacia la santidad.
