Miles de indígenas esperaban dialogar ayer con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, quien llegó tarde a la cita. (Archivo)
Miles de indígenas se retiraron ayer de un sector del Suroeste del país donde se iban a reunir con el presidente Álvaro Uribe, quien dijo haberse demorado porque tuvo que atender el caso de un ex legislador que logró huir de las FARC.
Sobre un puente que cruza una avenida, rodeado de agentes de seguridad y usando un altoparlante, Uribe reclamó a manifestantes -entre los que había cortadores de caña, en huelga desde hace más de un mes, así como algunos sindicalistas y mujeres-, los cuales le gritaban insultos y se quejaban del fracaso del diálogo previsto para la jornada en la ciudad de Cali, en el departamento de Valle del Cauca, a unos 300 kilómetros al Suroeste de Bogotá.
“¡No me insulte! ¿Para qué me insultan? Allá abajo me gritan ‘Uribe marica’... este Gobierno es amigo del diálogo sin violencia”, dijo Uribe por el parlante.
Desde abajo del puente, unos pocos cientos de personas hacían sus reclamos, pero no eran parte de los al menos 30 mil indígenas agrupados en la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que el 21 de octubre iniciaron una marcha desde el interior del departamento de Valle del Cauca hasta Cali para reclamar por temas como la entrega de tierras y protestar por el asesinato de algunos de sus miembros en los últimos años.
El Gobierno y la ONIC habían acordado reunirse temprano en Cali, en una cita encabezada por Uribe, pero desde la mañana comenzaron a surgir divergencias sobre el local en que se realizaría el encuentro, porque mientras las autoridades decían que debía ser en uno cerrado -por razones de seguridad del jefe de Estado-, voceros de la ONIC dijeron que debía realizarse en una plaza pública o en el campus de la universidad de Cali, donde están concentrados desde el sábado, para que pudieran participar todos los inconformes.
Voceros de la ONIC dijeron que con el paso de las horas decidieron no esperar más al mandatario en una plaza, e indicaron que sólo accederían a reunirse con él en un local público, no uno cerrado, retirándose todos al campus universitario nuevamente. Cuando Uribe llegó a la zona, ya los indígenas estaban en retirada.
Uribe “no nos confirmó que venía. Nos cansamos de esperar y nos regresamos” al campus de la universidad, dijo Aida Quinqué, consejera del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), parte de la ONIC. “Ya veremos qué hacemos, vamos a decidir” si siguen su marcha a Bogotá o planifican otro encuentro con Uribe en otro local en Cali, dijo la vocera.