El año pasado se recibieron deportados de EU a 81 mil 88 mexicanos por los pasos fronterizos de Chihuahua. (Archivo)
En 2007 entraron 81 mil 88 repatriados, mientras que en los primeros 45 días de este año se recibieron a más de ocho mil 500.
La amplia frontera norte de Chihuahua (938 kilómetros) propicia que la llegada de connacionales deportados de Estados Unidos sea mayor que en otras entidades de la zona.
La delegada regional del Instituto Nacional de Migración (INM) en Chihuahua, Julieta Núñez González, dijo que en 2007 entraron por los cinco pasos fronterizos 81 mil 88 repatriados, y tan sólo en los primeros 45 días de este año se recibieron a más de ocho mil 500.
De hecho, mientras que el año pasado se recibieron deportados 81 mil 88 mexicanos, se registró la llegada legal de 239 mil 418 personas y la salida en los mismos términos de 120 mil 922, comentó en entrevista en sus oficinas en el puente internacional de Las Américas.
Se trata, añadió, de una frontera de gran peligrosidad, donde los flujos migratorios son amplios y por donde se ve pasar lo mismo campesinos y jornaleros que mecánicos, albañiles, plomeros, jardineros o amas de casa.
Según las estadísticas acumuladas en 2007, los estados con mayor incidencia de migrantes repatriados fueron Durango, Veracruz y Guanajuato, con más de cinco mil cada uno; seguidos de Michoacán, Zacatecas, Oaxaca y Chiapas, con más de cuatro mil cada uno.
Con tan sólo nueve agentes desarmados y que patrullan de día, el destacamento del Grupo Beta en la entidad intenta evitar que los migrantes mueran deshidratados, ahogados, de hipotermia o envenenados por la picadura de algún animal.
Su labor consiste en encontrar migrantes para asistirlos médicamente u orientarlos sobre los riesgos que asumen, con la vana esperanza de convencerlos de evitar el intento de cruce.
De hecho, los agentes del Grupo Beta tienen que enfrentar su trabajo en medio de las presiones de traficantes de drogas y humanos sin portar armas y sólo en jornadas diurnas, cuando el flujo de indocumentados en tránsito disminuye drásticamente.
Proponen impulsar educación para evitar emigración
La única solución de largo plazo al problema migratorio en la frontera entre México y Estados Unidos es la educación y el incremento del nivel económico, consideró la presidenta de la Universidad del Paso en Texas, Diana Natalicio.
En una conferencia magistral ofrecida en un seminario sobre la realidad en esta frontera, indicó que más allá de la línea fronteriza nada divide a la comunidad de El Paso y Ciudad Juárez, por lo que se deben buscar soluciones para reducir los conflictos en esa zona.
En su presentación denominada “Creando oportunidades entre México y Estados Unidos en su frontera y más allá”, la académica reconoció que si bien Estados Unidos tiene derecho y obligación de cuidar su seguridad se requieren soluciones más profundas.
Indicó que dificultar el paso por la frontera como ocurre en la actualidad no debe ser la única solución y ejemplificó que casi mil 700 de los 20 mil estudiantes de esta universidad son mexicanos que viven en Ciudad Juárez, quienes emplean dos horas diarias en cruzar a El Paso.
Esto, dijo, los desgasta y complica aún más su esfuerzo por obtener un título universitario y con ello mejorar su calidad de vida, a través de trabajos mejor pagados.
En ese sentido, la presidenta de la universidad explicó que desde su punto de vista la única forma de encontrar a largo plazo un balance adecuado entre seguridad y buena convivencia en la frontera es la educación.
Explicó que cuando los estudiantes mexicanos elevan la calidad de sus estudios universitarios pueden acceder a trabajos más remunerados y mejorar la calidad de su entorno en México.
A su vez, el director ejecutivo del Centro de Estudios Interamericanos y Fronterizas de dicha universidad, Ricardo Blázquez, señaló que mientras en México se registra una patente por cada millón de habitantes, los estudiantes de esta institución han creado 250 patentes.
Lo anterior significa una población de 1.5 millones de habitantes, un promedio 100 veces mayor que en el resto del país, con lo que se demuestra que la educación es una herramienta para mejorar la calidad de vida de la gente.