El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, se convirtió ayer en el primer representante de un Estado extranjero recibido por el nuevo presidente de Cuba, Raúl Castro.
Ambos “examinaron la marcha de las relaciones del Estado cubano con la Santa Sede y la Iglesia Católica en Cuba”, e intercambiaron impresiones “sobre asuntos de interés multilateral e internacional”, informó la agencia oficial AIN.
Bertone, que ayer concluyó una visita a la isla, había dicho el lunes que esperaba tener un encuentro “de claridad, de sinceridad, de intercambio” con el nuevo mandatario, elegido por el Parlamento el pasado domingo.
En las conversaciones estuvieron presentes los vicepresidentes cubanos Carlos Lage y Esteban Lazo, el ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque, y la jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Caridad Diego Bello.
La reunión con Raúl Castro fue el colofón de la apretada agenda que durante seis días llevó al número dos del Vaticano por varias ciudades de Cuba, en conmemoración de la visita que hace diez años hizo a este país el Papa polaco Juan Pablo II (1920-2005).
La reunión con Raúl Castro, nombrado el pasado domingo en reemplazo de su hermano Fidel, que renunció por razones de salud tras casi medio siglo en el poder, se efectuó en el Palacio de la Revolución de La Habana, sede del Consejo de Estado.
El lunes Bertone destacó que su llegada a la isla coincidió con “un momento especial, extraordinario”, y dijo que “Raúl Castro continuará (...) con una visión, si todo es posible, de desarrollo”, tanto en Cuba como en el ámbito de las relaciones exteriores.