Los herederos del autor de El Señor de los Anillos quieren 150 millones de dólares. (Archivo)
Los herederos de J.R.R.Tolkien, autor de El Señor de los Anillos, demandaron a la productora de cine New Line Cinema, a la que reclaman parte de ingresos generados por las películas basadas en esa trilogía y que aseguran les corresponde.
Así lo manifestó ayer en entrevista Lonnie Soury, portavoz de The Tolkien Trust, una entidad caritativa británica que gestiona el patrimonio de Tolkien.
Esa entidad y la editorial HarperCollins presentaron el lunes una demanda ante un tribunal estatal de Los Ángeles (California) contra la compañía New Line Cinema, por la que reclaman una parte de los 6.000 millones de dólares de ingresos generados por las tres películas realizadas hasta ahora.
Soury aseguró que los herederos de Tolkien “han hecho todo lo posible para resolver estas cuestiones y han intentado, sin éxito, llegar a un acuerdo sin tener que acudir a los tribunales”.
“No ha quedado más opción que presentar una demanda acerca de lo que consideramos adeuda New Line Cinema”, recalcó.
New Line, filial de la compañía Time Warner, produjo y distribuyó los tres filmes, que se estrenaron en 2001, 2002 y 2003 y están entre los más exitosos desde el punto de vista financiero creados hasta ahora por Hollywood, según los demandantes. A pesar del éxito y de tener estos una participación en cada uno de los filmes, no han recibido porción alguna de los beneficios obtenidos, según Soury.
Los herederos y la editorial reclaman al menos 150 millones de dólares en compensaciones por daños y perjuicios y basan sus reclamaciones en lo establecido en un contrato, suscrito hace casi cuatro décadas, por el que Tolkien concedió los derechos a United Artist para llevar sus obras a la gran pantalla.
En 2000 New Line Cinema consiguió esos derechos y también la obligación de entregar un 7,5 por ciento de los ingresos, excluidos ciertos costes, a los herederos y la editorial, según el portavoz. Los demandantes solicitan también a la corte que les reconozca capacidad para cancelar los derechos que New Line pudiera tener sobre materiales de Tolkien, incluido The Hobbit, alegando que ha incumplido lo pactado con ellos.
