Un interno se escapó del Centro de Readaptación Social de Valle de Santiago, dentro de un ropero que él mismo construyó.
Diez custodios y un empleado del penal están implicados en la fuga, informó Gregorio Nicasio Fonseca, encargado del despacho de la Dirección General de Ejecución Penitenciaria y Readaptación Social.
El lunes, custodios hicieron la entrega de una remesa de muebles elaborados por los presos, en el exterior del penal. Los objetos los recibieron familiares de los convictos.
En un mueble grande iba Antonio Salazar Cabrera, quien compurgaba una pena por el delito de robo calificado.
El penal de Valle de Santiago, -Cereso Mil-, está clasificado como el más seguro de Guanajuato.
Cuenta con rejas automatizadas, equipo electrónico de inspección de personas, lector de huellas digitales y circuito cerrado de televisión, radiocomunicación troncal e interna.
El martes, diez custodios y un trabajador del área laboral fueron puestos a disposición del Ministerio Público por su probable participación en la fuga de Salazar Cabrera, bajo la indagatoria 48/2008.
El prófugo es originario de Celaya; pagaba una pena de cinco años por de robo por el delito del robo calificado y tenía pendiente otra de siete años, por el mismo delito.
El reo realizaba actividades en el taller de carpintería.
El lunes, varias personas que se ostentaron como parientes del Salazar Cabrera acudieron a recoger un ropero que había fabricado.
Los guardias entregaron el mueble, en el que se ocultaba el sujeto.
Al anochecer, los custodios se percataron de la evasión de Salazar, luego de pasar lista a los presos y checar que no estaba en su celda.
El encargado del despacho de la Dirección General de Ejecución Penitenciaria y Readaptación Social dijo que será la Procuraduría General de Justicia del Estado deslindará responsabilidades.