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México, DF.- Suspender el desliz del precio de la gasolina o instrumentar beneficios fiscales directos, como bajar la tasa del ISR o retrasar el aumento del IETU, tendrían un efecto inmediato en el consumo y ayudarían a matizar la debilidad de la economía, estimó el CEESP.
Para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), ante los mínimos avances en el gasto público como fuente de estímulo económico, este es el mejor momento para poner en la mesa de discusión algunas medidas que podrían tener un efecto inmediato en el consumo y ayudarían a matizar la debilidad de la economía.
Una de ellas y posiblemente la más factible, expuso, sería suspender el desliz del precio de las gasolinas, que ahora se ha convertido en un impuesto, toda vez que actualmente el precio de los combustibles en México es más alto que en Estados Unidos. Esto permitiría liberar recursos de manera inmediata que se canalizarían al consumo privado, precisa el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”. Según el organismo, otra medida que podría tener un impacto inmediato es la de aplicar algunos beneficios fiscales directos, como podría ser una disminución a la tasa del Impuesto sobre la Renta (ISR), no sólo para empresas, sino igualmente para trabajadores, lo cual generaría mayores recursos para estimular el mercado interno. Igualmente, una medida posible sería retrasar el aumento de la tasa del Impuesto Empresarial a Tasa Unica (IETU) para 2009, lo que relajaría la difícil situación que enfrentarán las empresas, con la posibilidad de contribuir a proteger el empleo. El CEESP sostuvo que lo más importante en estos momentos es estimular la demanda con medidas que tengan efectos inmediatos y no de mediano plazo, porque la crisis es ahora y se debe enfrentar de la mejor manera posible. El organismo insiste en que la principal fuente de estímulo a la economía en el entorno actual podría ser el ejercicio del gasto público, a través de los programas de infraestructura que anunció el gobierno federal hace algunos meses. Sin embargo, cuestiona, es claro que los avances en esta materia han sido mínimos, en gran medida por la excesiva normatividad que inhibe a los responsables a firmar los contratos necesarios por temor a enfrentar, las consecuencias a través de la Ley de Responsabilidades de los Funcionarios Públicos.
Lamenta que a pesar de la coyuntura y de las magras expectativas de crecimiento para 2009, las acciones de las autoridades no parecen reflejar gran disponibilidad para tomar decisiones que en realidad contribuyan a mitigar el impacto de la crisis mundial. NTX
