Asegura el presidente que no se va a cruzar de brazos ante crisis alimentaria.
El presidente Felipe Calderón lamentó que durante mucho tiempo alcaldes, gobernadores y hasta presidentes de la República han engañado a las comunidades indígenas.
El mandatario viajó a la huasteca potosina y veracruzana en donde entregó diversos apoyos de la estrategia Vivir Mejor, y ante habitantes de comunidades indígenas reconoció que las etnias han sido engañadas mucho tiempo por gobiernos de distintos niveles.
“Me siento especialmente comprometido con la Huasteca porque sé que los pueblos indígenas, el pueblo Tének, han sufrido mucho, muchos engaños, ésa es la verdad, han oído cientos de promesas, de alcaldes, de gobernadores, de presidentes de la República. Yo creo que una manera de saldar esa deuda es viniendo y empujando esos programas que ayudan a la gente”.
Más tarde, en Huayacocotla, Veracruz, aseguró que “sí es posible transformar el rostro de México, el rostro de miseria, de pobreza que tienen muchas regiones, convertirlo en un rostro de tranquilidad, desarrollo y de alegría para nuestros hijos.
Sé que va a costar trabajo, nos está costando trabajo, pero tenemos que perseverar y luchar sin descanso hasta ver a nuestro México seguro, libre, para que nuestros niños puedan jugar en paz, donde la gente pueda irse a trabajar sin temor, donde verdaderamente podamos estar tranquilos todos”.
Ese día, dijo, no llegará fácil ni pronto, pero llegará con el esfuerzo decidido de todos los mexicanos.
El mandatario, quien dijo que ante la alerta alimentaria mundial “no nos vamos a quedar parados para ver cómo crece el problema”, sostuvo que tampoco se quedarán cruzados de brazos ante los problemas que enfrenta México y por ello convocó nuevamente a la unidad, porque sólo así, indicó, se puede hacer frente a la inseguridad o la pobreza.
Con un dejo de molestia, Calderón informó que todos los secretarios de Estado ya han sido advertidos de que programa de Gobierno que no funcione no merece ser programa de Gobierno, al tiempo que golpeaba, hasta con la palma de la mano el atril.
El mandatario, quien pidió vigilar los recursos o materiales entregados a la gente “para que nadie se los embolse”, entregó viviendas a los afectados por el huracán “Dean” en el municipio de Tecolutla, sin embargo, nuevamente se inconformó porque las casas, de apenas 30 metros cuadrados, fueron construidas sin baños.
