Recuerda Mandoki sencillez de Newman
Paul Newman se le acercó al director mexicano Luis Mandoki, mientras filmaban Mensaje de Amor, para preguntarle "¿qué es eso que comes todo el tiempo?".
"Jícama con chile piquín y limón, es para no engordar con todas las papitas fritas que nos ponen", le respondió Mandoki. Desde entonces, Newman se enamoró de ese tubérculo mexicano, que nunca antes había probado.
Así, como un tipo sencillo y humilde, recuerda Mandoki al fallecido actor, con quien mantuvo un intenso debate intelectual debido a los desacuerdos que tuvieron en varias de las escenas para aquella película protagonizada por Kevin Costner.
Quizá la discusión más fuerte fue aquella en la que el personaje de Newman tenía que cortarle el cabello a Costner.
"Él creía que no debía tocar en ningún momento a su hijo, porque era un papá muy frío, que sería incapaz de hacer alguna caricia o mostrar su cariño a su hijo. Pero yo pensaba que sí era necesario, precisamente por eso, para tener el pretexto para estar en contacto con su hijo.
"Lo dejamos al aire, pero luego me volvió a preguntar y como le dije que seguía pensando lo mismo, al final me respondió: ‘está bien, tú eres el director’. Es decir, que respetó las jerarquías", subrayó Mandoki.
El cineasta mexicano aún conserva la carta que Newman le envió un par de semanas después de terminar el rodaje en 1999, en la que le reiteraba su agradecimiento por tales discusiones intelectuales.
En otra ocasión, mientras Mandoki filmaba en Toronto la cinta Ojos de Ángel, le llamó por teléfono para invitarlo a una de sus carreras de automóviles.
"Para él yo era un niño, entonces ese día me llamó y me dijo ‘hey, kid, ¿qué vas a hacer el domingo? Yo le dijo que a ver si me podía escapar porque estaba filmando. Me respondió que la vida no se trata de ‘poderse escapar’, así que el domingo me estaba esperando en el hotel para llevarme a las carreras", recordó.
Otra anécdota del rodaje de Mensaje de Amor fue el primer día, cuando el actor regañó a Kevin Costner por llegar 20 minutos tarde.
"Tenía una disciplina increíble. Siempre llegó 10 minutos antes. El primer día estuvimos esperando a Kevin, que llegó 20 minutos tarde, él me pidió que reuniera a los 80 técnicos para darles la bienvenida. Fue ahí cuando le dijo a Kevin que era una falta de respeto, todos se quedaron en blanco y Kevin tuvo que ofrecer disculpas".