El Papa Benedicto XVI (izq.), y el cardenal Stanislaw Dziwisz, (der.), se saludan tras el estreno de la película El Testimonio, en el salón Pablo VI del Vaticano, el argumento de la película está basado en la vida de Juan Pablo II. (EFE)
Señalan que el extinto Papa rompió desde un inicio con los protocolos.
La Iglesia Católica recordó ayer el 30 aniversario de la elección papal de Karol Wojtyla, el polaco que sorprendió al mundo cuando se asomó a la ventana central de la Basílica de San Pedro como nuevo Pontífice.
Nadie imaginaba lo que significaría para la historia del mundo aquella tarde-noche de lunes, cuando el cardenal protodiácono Pericle Felici pronunció en latín “Anuntio bobis gaudium et magnium, habemus Papa” (anuncio a ustedes con alegría, tenemos Papa).
Eran las 18:43 horas local cuando las cámaras encuadraron el balcón donde se habían presentado ya algunos eclesiásticos que, según la tradición, revelarían al pueblo el nombre del nuevo Pontífice elegido por el Cónclave.
“Su eminencia reverendísima monseñor Karol Wojtyla, cardenal de la Iglesia Santa Romana, que tomó el nombre de Juan Pablo II”, agregó Felici en medio del aplauso generalizado de miles de personas.
Un purpurado, joven y lleno de energía, apareció ante la muchedumbre atónita, su elección por sí misma ya había roto con las costumbres vaticanas tras 455 años que el obispo de Roma no era un italiano, nunca lo había sido un polaco.
Stanislaw Dziwizs, quien durante 40 años fue secretario personal de Wojtyla primero en Polonia y después en Roma, recordó que él se encontraba en la plaza cuando fue anunciada oficialmente la noticia.
“Estaba allí, muy cerca de la fuente derecha de la Plaza de San Pedro cuando se dijo el nombre, entonces mi corazón comenzó a latir muy rápido y me vinieron los nervios, fue un momento psicológicamente muy fuerte”, confesó.
Ante un grupo de periodistas recordó que Juan Pablo II desde el inicio rompió con todos los protocolos porque en lugar de presentarse y sólo bendecir a la multitud decidió hablarles.
Este episodio quedó registrado en los anales vaticanos, el nuevo Pontífice pidió perdón por su “mal italiano” (aunque lo hablaba con fluidez) y agregó una frase insólita para el garbo apostólico: “si me equivoco me corregiréis”.
“La gente, los romanos, acogieron al nuevo Papa. Él siempre era así, dejó las reglas y habló, sorprendió a todos y dejó en claro que era él quien comandaba y no los demás”, agregó Dziwizs.
Con motivo del 30 aniversario de elección pontificia la tarde de ayer en el Aula Pablo VI del Vaticano se presentó la película “Testimonio”, un documental sobre Wojtyla relatado por su secretario personal.
Al preestreno mundial asistió Benedicto XVI quien, como cardenal prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, acompañó gran parte del Papado de Juan Pablo II y fue elegido para sucederlo en abril de 2005.
Filme muestra segundo atentado a Juan Pablo II
El veterano secretario privado del papa Juan Pablo II reveló en una película estrenada ayer que el Santo Padre resultó levemente herido en 1982 al ser apuñalado en Portugal por un sacerdote español.
El cardenal Stanislaw Dziwisz formuló la declaración en “Testimonio”, una película sobre la vida de Juan Pablo II estrenada para su sucesor Benedicto XVI y altos mandos de la curia en el Vaticano.
Ya se sabía que el Pontífice polaco fue agredido por un sacerdote español con un cuchillo cuando visitó el santuario mariano de Fátima para dar las gracias tras haber sufrido un intento de asesinato al ser baleado por un turco en la Plaza de San Pedro en 1981.
“Puedo decir hoy lo que hasta ahora ha sido un secreto”, comentó Dziwisz en la película. “Que el sacerdote hirió al Santo Padre”.
El agresor ultraconservador, Juan María Fernández Krohn, se oponía a las reformas adoptadas por la Iglesia Católica y atacó al Papa en Fátima. Fue detenido por la Policía y pasó varios años en la cárcel.
Dziwisz dijo que se halló sangre en la vestimenta del Papa tras el ataque, aunque Juan Pablo II no resultó herido de gravedad y pudo continuar con su agenda.
El cardenal, ahora arzobispo de Cracovia, fue durante 39 años secretario del Pontífice desde que éste fue obispo de esa ciudad polaca hasta su muerte en Roma en 2005. Ha dicho con frecuencia que Juan Pablo II fue “como un padre” para él.
La película es una producción polaca basada en el libro de Dziwisz “Una vida con Karol”, en referencia al nombre civil de Juan Pablo II, Karol Wojtyla.
Benedicto XVI dijo haber quedado “profundamente emocionado” por la película, que le permitió revivir la vida de Juan Pablo II, y agregó que estaba seguro de que él “está con nosotros en este momento desde arriba”.
