José Pablo Moncayo murió en la Ciudad de México el 16 de junio de 1958.
Resuena la identidad mexicana en la música de Pablo Moncayo en el 50 aniversario de su muerte.
Como un artista que estuvo enmarcado dentro de la corriente musical clasificada bajo el nombre de Nacionalismo, el director de la Compañía Nacional de Opera, José Areán; y el titular de la Orquesta Sinfónica Nacional, Carlos Miguel Prieto, recordaron al compositor mexicano José Pablo Moncayo (1912-1958) que hoy cumple 50 años de muerto.
Ambos concertadores expresaron su admiración por Moncayo, quien desarrolló un estilo musical que, partiendo de un lenguaje caracterizado por el acento en la mexicanidad, evolucionó hacia un estilo más libre, personal y subjetivo. Al respecto, Areán recordó a Moncayo como una persona enormemente dedicada a su arte.
“Fue un hombre que no sólo dio frutos como compositor, sino que su participación activa en aquel momento de encontrar la mexicanidad en el idioma musical, articuló una voz propia, la cual nos ha identificado en todo el mundo”, dijo.
Indicó que cuando orquestas mexicanas se presentan en el extranjero y tocan el Huapango, de este compositor, son enormemente recibidas por el público, tanto nacional como internacional. “Es un sello muy particular”, agregó.
“El maestro Moncayo es uno de los grandes compositores que dio en su momento México, sobre todo en esa época tan nacionalista”, expresó.
“No sólo nos dio el Huapango, sino muchas otras piezas, como sus óperas, o la Sinfonieta, las cuales han marcado la historia de México”, mencionó.
Aseguró que en 2008 que se cumplen 30 años de la Orquesta Sinfónica de Minería, y cuyos recitales girarán en torno al compositor ruso Piotr Illich Chaikovsky, José Pablo Moncayo será homenajeado en las presentaciones que tenga la agrupación, en el resto del año.
Por su parte, Carlos Miguel Prieto lo inmortalizó como “un icono de la música mexicana”.
Recordó que durante la gira por Europa que tuvo la agrupación, a principios de este 2008, Huapango fue tocado cerca de 20 veces en las principales salas de Alemania, Holanda, Francia y Bélgica.
“(Sin duda), Huapango está en el alma de todos los mexicanos. Es de las piezas más conocidas a nivel mundial y durante nuestra gira a principios de año, fue una de las obras que tuvo un enorme éxito”, destacó.
Dio a conocer que para la segunda temporada de conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional, la agrupación interpretará en cada recital, una de las obras de este excelente músico, como un homenaje a su obra y legado.
“De septiembre a diciembre vamos a tocar, Sinfonieta (1945), Cumbres (1953) y Bosques (1954); el ballet Tierra de Temporal (1949), entre otras obras que no son muy conocidas”, subrayó.