Pedro “Corazón de León”
Así bautizó a Pedro Salinas el inolvidable cronista deportivo don Armando Navarro Gascón, por su entrega en la cancha a la hora de defender los colores del desaparecido equipo Laguna, tanto en Segunda como en Primera División, siendo el jugador que más partidos alineó con la Ola Verde, alrededor de 320 encuentros.
En la historia de los equipos profesionales de la Comarca no ha habido otro con tantos partidos jugados, ya que Pedro Salinas fue un titular indiscutible que nunca se lesionaba ni lo expulsaban, y mantuvo una gran regularidad durante nueve años en la Ola Verde del Laguna.
Originario de Estipac, Jalisco, se inició en el Oro de Guadalajara al mando del entrenador Arpad Fekete, quien fue su gran maestro y lo recomendó al Laguna, cuando la Ola Verde militaba en Segunda División y luchaba afanosamente por el ascenso al máximo circuito del futbol mexicano.
Llegó a las reservas del Oro en la temporada 1963-1964, cuando los áureos eran campeones del futbol mexicano y tenían un equipazo, con Antonio Mota en la portería, Gustavo “Halcón” Peña, Adhemar Barsellos, Germán “Tamal” Ascensio y Víctor Chavira en la defensa, Felipe “Príncipe” Ruvalcaba y Nicola Gravina en el medio campo, Jorge “Tepo” Rodríguez, Amaury Epaminondas, Manoel Tabares “Necco” y Ramiro González Navarro en el ataque.
Suplente del mundialista mexicano Gustavo “Halcón” Peña durante dos temporadas, de 1964 a 1966, habiendo debutado en la 1964-1965 en el partido Oro contra Atlante, que fue en el preliminar de un juego de la eliminatoria mundialista de 1966, entre la Selección de México y la de Costa Rica en el Estadio de Ciudad Universitaria.
Pedro “Corazón de León” Salinas confiesa que en su debut no podía amarrarse los botines, puso el pie sobre la banca para abrocharlos, pero la mano y el pie le temblaban; en eso, se acercó el masajista para decirle que se tranquilizara, pues todo iba a salir bien.
Admite que fue el pánico escénico que le causó jugar por primera vez en su carrera en un estadio lleno. Afortunadamente, las cosas le salieron bien y el Oro empató a dos goles con los Potros de Hierro.
En esa temporada, 1964-1965, jugó 12 partidos de titular, aprovechando las ausencias de Gustavo “Halcón” Peña por sus constantes llamados a la Selección Nacional con miras al Mundial de Inglaterra 1966.
La Ola Verde requería en ese entonces de un defensa central de personalidad y fuerza para aspirar a grandes cosas en la Segunda División, y fue así como su directiva decidió contratar a Pedro Salinas, después de haberlo visto jugar en un partido amistoso entre Laguna y el Oro en el desaparecido Estadio de San Isidro.
Un día de abril de 1966 se presentó a entrenar con Juan Ángel “Pito” Pérez y a partir de ese momento empezó a escribir su propia historia con el Laguna, equipo por el cual se “murió en la raya” como los grandes, colores que defendió con gran coraje y profesionalismo, por eso el gran cronista Ángel Fernández, dijo al verlo jugar: “Pedro Salinas tiene un corazón tan grande, que no le cabe en el pecho”.
Fue una pieza clave en el ascenso del Laguna en la temporada 1967-1968 y un baluarte durante la estancia de la Ola Verde en Primera División.
Un defensa central que sabía imponer respeto ante los grandes delanteros de su época, como el mundialista brasileño Edvaldo Izidio Neto “Vavá”, Enrique Borja, Vicente Pereda, José Alves dos Santos “Zague”, Javier Valdivia, Horacio López Salgado, Octavio Muciño, Cirilo Peralta, Elías “Chuleta” Aguilar, Mariano Ubiracy, Luis “Chino” Estrada, Manuel Lapuente y Alfredo “Alacrán” Jiménez, entre otros.
En la Ola Verde sus compañeros en la zaga central fueron Ramón “Mon” Romero en Segunda División, Pascual Coronel, Guillermo Castillo, Mario “Tártaro” Montaño, Jorge “Güero” Lasso, Jorge “Cuervo” Arévalo, Valdemar García, Carlos “Banana” Ortiz, Jorge Valerio Franco y Víctor Elizalde en Primera División.
Los entrenadores que tuvo a lo largo de su carrera fueron don Arpad Fekete, tanto en el Oro como en la Ola Verde, Miguel Marín, Ney Blanco de Oliveira, Walter Ormeño, Jorge Marik, José Moncebáez, Claudio Lostanau y Claudionor Barbosa.
Pedro Salinas Montelongo fue un estandarte del desaparecido equipo Laguna, los viejos aficionados al futbol nunca lo olvidarán, por su entrega y reciedumbre en la defensa de los colores de la Ola Verde, los cuales le quedaron tatuados de por vida.
¡Hasta el próximo miércoles!