Miembros de un comando de la Guardia de Seguridad Nacional (NCG) desciende desde un helicóptero al tejado del centro judío de oración de la Nariman House que estaba ocupado por terroristas en Mumbai, India. (EFE)
Mantiene al menos un terrorista resistencia en el hotel Taj Mahal.
Comandos indios irrumpieron ayer disparando granadas y fusiles en un hotel y un centro judío de Mumbai, donde encontraron los cadáveres de cinco rehenes, entre ellos los de un rabino de Nueva York y su esposa, dijeron las autoridades, mientras continuaba la batalla en el hotel Taj Mahal y otras fuerzas indias concluyeron el asedio del hotel Oberoi.
Más de 150 personas murieron cuando asaltantes islamistas atacaron diez lugares de la capital financiera de la India a partir del miércoles por la noche, entre ellas por lo menos 14 extranjeros.
Comandos trataron de recuperar el lujoso hotel Taj Mahal mientras otras fuerzas especiales concluyeron el cerco del Oberoi, otro establecimiento hotelero de cinco estrellas, y el centro del grupo judío ortodoxo Jabad Lubavitch.
Los comandos salieron del centro judío con sus fusiles automáticos alzados en señal de victoria y la Policía dijo que el asedio había terminado. La prensa india informó que cinco rehenes murieron.
Los agentes descendieron por cuerdas desde varios helicópteros para tomar el centro judío antes de que una potentísima explosión sacudiera el edificio y causara un enorme boquete en un muro. En Jerusalén, el servicio de emergencias israelí dijo que cinco rehenes y dos asaltantes murieron en la instalación.
Una unidad israelí de los servicios médicos de emergencia ZAKA entró en el edificio tras el allanamiento e informó por medio de un ayudante indio que murieron cinco rehenes y dos atacantes, indicó en Israel un vocero de ZAKA. El vocero carecía de información sobre la identidad de los rehenes o si fueron heridos dentro del edificio.
Tras horas de disparos intermitentes y explosiones en el lujoso hotel Taj Mahal, la lucha se recrudeció al anochecer cuando las fuerzas indias comenzaron a lanzar granadas contra el establecimiento, donde por lo menos un islamista se encuentra parapetado en uno de los salones de baile, dijeron las autoridades.
Horas antes, los comandos mataron a los dos últimos atacantes que permanecían en el cercano hotel Oberoi.
“El hotel está controlado”, comentó a los periodistas J.K. Dutt, director general de los comandos de la Guardia Nacional de Seguridad de la India, y agregó que fueron encontrados 24 cadáveres. Decenas de personas -entre ellas un hombre que abrazaba un bebé- fueron evacuadas horas antes del Oberoi.
En el centro del Jabad Lubavitch, casi 12 horas después de comenzar la batalla, las fuerzas indias abandonaron el edificio entre los vítores de la multitud. La prensa india informó luego que cinco de los rehenes habían muerto. El jefe de la Policía de Mumbai, Hassan Ghaffoor, declaró que “la operación sigue abierta” aunque “se encuentra en su fase final”.
El asalto desde el aire al centro judío fue acompañado por disparos y detonaciones -y en determinado momento un intenso fuego de fusilería que duró varios minutos- a medida que los comandos registraban la institución piso por piso, según un reportero que se encontraba en el lugar. Para el viernes por la tarde, los comandos controlaban los dos últimos pisos.
Poco después del anochecer, una gran explosión sacudió el centro judío, destrozando las ventanas de los edificios cercanos. Siguió el sonido de armas automáticas y explosiones de menor potencia.
Uno de los comandos, con uniforme de combate, salió con un vendaje en su frente, mientras los soldados lanzaban bombas de humo dentro del edificio seguido por el fuego sostenido de fusilería.
Por la noche, por lo menos nueve atacantes fueron muertos y uno detenido, dijo R. Patil, jefe policial del estado de Maharashtra, cuya capital es Mumbai. Informaciones de prensa indicaron que por lo menos uno o dos más se encuentran parapetados en el Taj Mahal.
Patil dijo que en total más de 150 personas murieron y 370 resultaron heridas. Las autoridades locales indicaron que 22 extranjeros fueron abatidos, aunque la cifra no pudo ser confirmada.
Un lagunero un Mumbai
“Lo más impresionante es que los sitios donde ocurrió son sitios a los que vamos de vez en cuando y que bien podíamos haber estado ahí”. Ésa fue la primera impresión de José Arizpe, profesionista lagunero que vive en Mumbai, India, cuando terroristas, en un ataque coordinado, tomaron varios puntos de la ciudad el miércoles pasado.
A sangre y fuego y con toma de rehenes, el atentado en Mumbai dejó más de 100 muertos y conmovió al mundo. Fue una experiencia cercana para José, que lleva un año viviendo en la capital financiera de la India, con su esposa y sus dos hijas. Hace cuatro años vivía en Madrid cuando un atentado terrorista en una estación de trenes dejó más de 200 muertos.
Originario de Torreón, trabaja en Mumbai para una compañía financiera. Relata en un correo enviado a El Siglo de Torreón: “Sabemos de muchos conocidos que estuvieron muchas horas atrapados. Una amiga de Micaela (su hija) tuvo a sus padres ahí toda la noche”.
“Por lo que toca a nosotros, estamos en casa, un poco lejos de lo que está ocurriendo, y cuando salimos lo que vemos es mayor seguridad en las calles y edificios y también menos gente. Esto último se nota mucho en esta ciudad que normalmente tiene muchísima actividad”.