La historia de Paola Oropeza, mexicana de 19 años de edad y recién deportada de Estados Unidos, es similar al de varios millones de inmigrantes.
Llegó muy chica al país de las libertades llevada por sus padres con la ilusión de encontrar una vida más digna con un mejor porvenir para sus hijos.
Desde pequeña Paola se destacó en las aulas, era una chica inquieta, inteligente y con deseos firmes para llegar lejos como profesionista.
Pero el error o ingenuidad de sus padres fue tratar de regularizar la situación migratoria familiar hace tres años en California porque desde entonces quedaron fichados.
Fue en una fría madrugada del pasado mes de enero cuando la familia Oropeza sufrió en carne propia una redada por parte de agentes de Inmigración y Aduanas, quienes con engaños lograron entrar a su hogar y arrestar a los cuatro miembros de la familia.
Horas después los Oropeza fueron echados a Tijuana con sólo sus prendas de vestir a excepción de Claudia, hermana de Paola, quien decidió pelear su situación migratoria.
Atrás quedaron los estudios y las ilusiones de Paola a quien le faltaba sólo un semestre para concluir su carrera de administración de empresas en el colegio Palomar de la ciudad de San Marcos. Atrás quedaron también sus esfuerzos por alcanzar un lugar en el competido mundo profesional de los Estados Unidos.
Al igual que Paola, unos 250 mil mexicanos sin documentos legales fueron deportados en los Estados Unidos durante el 2007.
Algunos casos fueron más dramáticos y violentos, pero todos a final de cuentas causaron un enorme dolor entre las familias afectadas. Un gran número de estos operativos originó la separación definitiva de padres e hijos.
Por todo ello no se excede en lo más mínimo el relator de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre los Migrantes, el doctor Jorge Bustamante, cuando compara la redada de paisanos con el arresto de judíos durante la Alemania nazi.
“Las historias de horror que he escuchado de boca de los detenidos hacen que la comparación no sea exagerada”, añade Bustamante quien es un destacado académico mexicano, escritor y fundador del Colegio de la Frontera Norte.
Pero no sólo estos operativos son humillantes y violatorios a los derechos humanos, sino también las consecuencias que provocan días tras días a miles de personas que quedan devastadas cuando son deportadas a México, un país que para Paola al igual que otros miles de jóvenes inmigrantes les resulta ajeno e incómodo.
Son por lo menos cuatro millones de hijos de indocumentados mexicanos que hoy viven en Estados Unidos en forma irregular. Una buena parte de ellos ni siquiera hablan y escriben bien el español y corren el permanente peligro de ser deportados.
Bustamante aclara que su comparación entre las actuales redadas de indocumentados con las de la Alemania nazi no se refiere al crimen de millones de judíos por parte de los alemanes. Ése es otro cantar, aclara el académico mexicano.
Sin embargo, estas redadas que han crecido tanto en número como en su intensidad, generan un sentimiento anti-hispano cada vez más notorio tal como ocurrió con la Alemania de Hitler hacia la comunidad judía.
Los operativos contra indocumentados se difunden con una rapidez inaudita y por el tono de los comunicados pareciera que se arresta a narcotraficantes de alta peligrosidad.
Dentro de tan sombrío panorama, es bueno saber que un mexicano de la calidad del doctor Bustamante defiende a los inmigrantes desde su privilegiada tribuna habida cuenta que el Gobierno de México abandonó hace tiempo esta importante causa.
Habrá que ver si ahora hacen caso a estas denuncias o tendremos que esperar a que Estados Unidos cambie al actual inquilino de la Casa Blanca.
Consulta el caso de Paola en http://diariosandiego.com/bin/articulos.cgi?ID42791
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