El subsecretario general de la ONU para Operaciones de Paz, Jean-Marie Guéhenno, aseguró ayer que las perspectivas de hallar una salida pacífica al conflicto de Darfur se han reducido a causa del aumento de la violencia en la región.
Guéhenno advirtió en una intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la “situación en Darfur se está deteriorando a un paso alarmante”.
Consideró un “desarrollo muy inquietante” el reciente ataque lanzado por militantes del Movimiento para la Justicia y la Igualdad (MJI) contra una localidad en las afueras de Jartum, en el que murieron de 255 rebeldes y 77 miembros de las fuerzas de seguridad de Sudán.
El hecho de que se llevara a cabo sin que fuera detectado por la misión de paz conjunta de las Naciones Unidas y la Unión Africana en Darfur (UNAMID) es un hecho preocupante, apuntó.
“Este incidente subraya las graves limitaciones en recursos de la misión, particularmente en cuanto a reconocimiento aéreo”, valoró.
El ataque contra la ciudad de Omdurman, separada de Jartum por el río Nilo, es una de las mayores operaciones rebeldes contra la capital sudanesa en los últimos años y refleja la fragilidad de la situación en un país desgarrado por las guerras.
Guéhenno también expresó su inquietud ante las informaciones sin corroborar de que otro grupo rebelde, el Ejército de Liberación de Sudán (SLA), prepara una ofensiva contra El Fasher, la capital del Norte de Darfur, donde se encuentra la sede central de UNAMID.
Los combates de grupos rebeldes con el Ejército sudanés han obligado a 150 mil personas a abandonar sus hogares en el último año, explicó.