Guardias fronterizos egipcios colocaron ayer alambre de púas a lo largo de la cerca que separa Egipto de la Franja de Gaza. (EFE)
Las autoridades egipcias enviaron ayer más de una veintena de camiones para el transporte de fuerzas de seguridad hacia la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza, donde han sido cerrados la mayoría de los pasos fronterizos.
Al menos 24 camiones para el traslado de agentes de seguridad y varios vehículos de fuerzas antidisturbios se dirigieron anoche hacia la localidad egipcia de Rafah, provenientes de El Cairo.
Este refuerzo policial coincide con el cierre de la mayoría de los pasos fronterizos entre Egipto y Gaza, llevado a cabo ayer por la mañana por las fuerzas de seguridad egipcias en coordinación con la Policía palestina del Gobierno islamista de Ismail Haniye de Hamas en Gaza.
Los cuerpos de la seguridad egipcia y palestina prohibieron ayer la entrada a pie a Egipto por dos de las tres brechas que quedaban abiertas.
Los dos pasos que han sido cerrados son la puerta de Brasil, donde se ha prohibido el tránsito en ambas direcciones, y un agujero más ancho perforado el viernes pasado por militantes palestinos en la valla fronteriza, donde sólo se permite el regreso de personas y vehículos pero no su entrada en Egipto.
En el paso de Brasil, además, media docena de guardias de frontera egipcios volvieron a colocar la alambrada de espino que los palestinos habían arrancado para poder pasar.
Asimismo, la presencia policial se ha visto incrementada a lo largo del día de ayer y numerosos agentes se han apostado en varios puntos de la localidad, especialmente en las cercanías de la puerta de Salahedin, el único paso en el que aún se permite la entrada a Egipto.
Negocian control fronterizo
La batalla diplomática será dura para dilucidar quién se hace cargo del cruce fronterizo oficial de Rafah, entre Egipto y la Franja de Gaza. Uno de los motivos que conducen a la lenta vuelta a la normalidad en la frontera es el alza de precios de los productos en el lado egipcio y el hecho de que buena parte de los comercios han agotado sus existencias. Ya no merece la pena cruzar el límite como días atrás, y cientos de miles de palestinos ya ha hecho acopio de los bienes que necesitaban, al menos para una temporada.
La negociaciones a varias bandas para determinar quién ejercerá la autoridad en la terminal oficial de Rafah ya han comenzado. La Unión Europea aboga por traspasar su control a la Autoridad Nacional Palestina de Mahmoud Abbas.
El ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Ahmed Aboul Gheit, expresó la misma intención para que sea gestionado por fuerzas policiales leales a Abbas con la presencia de los observadores europeos que se desplegaron en diciembre de 2005. Sin embargo, los líderes de Hamas aseguran que en las conversaciones que sostienen con la diplomacia de El Cairo se manejan otras alternativas.
A ras de suelo, los esfuerzos por marginar a los islamistas son, de momento, baldíos. Sin la cooperación del movimiento fundamentalista, que controla hasta el último centímetro de la Franja, no es viable una solución duradera.
Hamas ha dicho que no permitirá la aplicación del esquema negociado a finales de 2005 entre Abbas, Israel y EU. El portavoz islamista, Sami Abu Zuhri, fue contundente: “Ese acuerdo es parte de la historia. El pueblo palestino no aceptará el antiguo procedimiento”.
