Elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) refuerzan la seguridad en el atrio de la Basílica y controlan la llegada de peregrinos, que se incrementa de forma gradual para venerar a la virgen de Guadalupe.
Frente al balcón papal, donde se ubica la puerta número 5 del templo mariano, así como en los demás puntos de afluencia al templo mariano, más de 100 elementos, entre hombres y mujeres, se incorporaron al operativo de seguridad y apoyo a los feligreses.
El atrio se ha dividido con vallas, algunas de ellas metálicas, y otras de lazos, las zonas por donde se registra la llegada de la mayoría de los peregrinos, ya que minutos antes de la medianoche se prevé que lleguen numerosos contingentes al Tepeyac.
También en el interior del recinto se colocaron vallas metálicas para separar la parte central, donde ocuparán su lugar los invitados especiales, los artistas y sus familias y permitir en las entradas laterales el flujo de los peregrinos para poder estar cerca de la imagen guadalupana.
Mientras tanto, en la zona donde se ubica el reloj decenas de peregrinos han colocado casas de campaña o cobijas para pernoctar en el atrio, a fin de estar presentes en la misa de mediodía que oficiará el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Al interior de la Basílica, el rector del templo, Diego Monroy, oficia la misa de laudes, que consiste en plegarias y cantos a la virgen para dar paso a la celebración litúrgica en la que participan todos los empleados del santuario.
Conforme pasan las horas, el arribo de feligreses provenientes de distintas entidades del país continúa incrementándose, sobre todo de localidades vecinas al Distrito Federal, así como de los estados de Tlaxcala, Puebla, estado de México y Morelos.