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Regidor choca, huye y mueve influencias

César García, en una celda de la cárcel municipal.

César García, en una celda de la cárcel municipal.

Luis Morales Cortés El Siglo de Torreón

Un simple choque que involucró al regidor Carlos Tovalín terminó en una persecución por la colonia Torreón Jardín y la detención de dos de los afectados, acusados de amenazas por el regidor.

A las 12:30 de ayer, Tovalín, decimocuarto regidor de Torreón por el PRI, chocó su camioneta Ford Lobo contra un automóvil Bora conducido por Julio César García, quien dijo que sobre Paseo del Olimpo, Tovalín le cerró el paso y le abolló la polvera delantera derecha.

El regidor siguió su marcha por la colonia Torreón Jardín y García, con su esposa y un niño de un año y medio, a bordo del automóvil, lo siguió para detenerlo y aclarar el choque. En la calle Citlaltépetl, a la altura del Seguro Social, volvieron a chocar, pero ninguno se detuvo. García, de 54 años relató que llamó por celular a su hijo César, de 28 años, para que lo ayudara a detener la camioneta.

César, a bordo de un Jetta gris, interceptó al regidor en Laguna Norte y Gardenias, se le “cerró” para impedir el paso y abrió la puerta. La Ford Lobo de Tovalín se impactó contra el costado izquierdo del auto de César García, quien dijo que el regidor lo embistió.

Peritos del Tribunal de Justicia Municipal (TJM) llegaron al lugar del tercer choque y levantaron la camioneta, el Jetta de César y el Bora de su padre. Los tres fueron a las oficinas del Tribunal en calzada Colón. Los conductores resultaron negativo en la prueba del alcoholímetro.

Tovalín dijo que en el primer choque contra el Bora, García se bajó cargando un bastón de seguridad y amenazándolo, por lo que decidió irse del lugar. García negó que hubiera amenazado al regidor.

Tovalín dijo que durante la “persecución” habló al 066 para denunciar que lo seguían y pidió la intervención de la Policía.

Después del tercer choque, Tovalín, Julio César y César García fueron a declarar al Tribunal. Pasadas las cuatro de la tarde, cuando apenas se elaboraba el croquis del accidente y el juez municipal todavía no resolvía, ocho policías armados llegaron al TJM preguntando por los participantes en el choque.

Los policías detuvieron a los García por estar acusados de amenazas, algo inusual porque las detenciones dentro del Tribunal suele hacerlas un celador o un perito.

Los García cuestionaron a los policías su detención y exigieron explicaciones. “Porque tenemos órdenes”, fue la respuesta de un policía.

Interrogados sobre la detención, ninguno de los jueces municipales supo el motivo. Un funcionario informó que la detención fue por amenazas, pero se negó a dar a conocer el parte informativo que avalara la denuncia de Tovalín.

Tovalín dijo que atentaron contra él y se sintió amenazado. “Soy un ciudadano, no un regidor”, dijo.

Julio César y César García fueron entrevistados dentro de una celda. “Es un atropello, (Tovalín) se aprovecha de su cargo”, dijo Julio César. “Con políticos como éstos, por eso no progresamos”.

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