Lejos de aumentar la entrada al país de mexicanos radicados en el exterior, registró una baja de 7.9 por ciento entre enero y septiembre de 2008. (Archivo)
Lejos de registrarse un regreso masivo de connacionales, el Instituto Nacional de Migración detecta una disminución en el número de retornos en lo que va de 2008
Para los mexicanos que se han quedado sin trabajo en Estados Unidos, regresar a su país no es una opción.
Cónsules, líderes de asociaciones de migrantes en Estados Unidos y funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores aseguran que los migrantes optarán por buscar nuevos empleos, mudarse de ciudad o incluso emigrar a Canadá, antes de emprender un regreso masivo.
“No hay un incremento notorio en la tasa de retorno de nacionales a México. No se observa un regreso masivo de trabajadores afectados por la crisis o porque tengan temor ante la incertidumbre que genera la situación económica. Es importante evitar que se genere confusión e inquietud en México o en nuestra comunidad en Estados Unidos”, señala el cónsul de México en Chicago, Manuel Rodríguez.
Lejos de aumentar, la entrada al país de mexicanos radicados en el exterior registró una baja de 7.9 por ciento entre enero y septiembre de 2008, en relación con el mismo periodo de 2007, según cifras del Instituto Nacional de Migración. Mientras que el año pasado cruzaron la frontera 629 mil 947 migrantes, este año sólo lo han hecho 580 mil 414.
Tampoco se ha incrementado el número de deportaciones a través de operativos especiales. En 2007, la SRE registró 90 redadas que afectaron a 4 mil 40 mexicanos, mientras que entre enero y septiembre del 2008 se registraron 60 operativos con un número de mil 400 deportados.
“La comunidad mexicana en Estados Unidos está mucho mejor organizada que hace más de 70 años (en la crisis de los treinta), cuando sí hubo regresos masivos y deportaciones; detenían a la gente porque parecía mexicano. Ahora, cuando ha sucedido algo así, las comunidades han reaccionado inmediatamente, han llevado a las cortes a las autoridades que los han discriminado”, explica Carlos Rico, titular de la Subsecretaría para América del Norte de la SRE.
La poca variación en los servicios de menaje de casa que ofrecen las representaciones mexicanas en Estados Unidos es otro de los indicadores que refieren los cónsules para descartar el regreso masivo de migrantes.
En Chicago, por ejemplo, de enero a octubre de 2007 hubo 74 menajes y este año van 89; en el mismo periodo, en Los Ángeles hubo 160 menajes el año pasado y este año ya suman 218. El cónsul de la ciudad californiana, Juan Marcos Gutiérrez, explica que el aumento no es significativo si se considera que la población mexicana del área metropolitana es de 3.8 millones.
“Se ha dicho que la gente se está regresando, pero no existen datos duros que corroboren esto; va a tener que pasar esta temporada para que los estudiosos, los demógrafos y las instancias correspondientes puedan, durante 2009, medir exactamente lo que ha pasado en 2008”, explica Gutiérrez.
Los frentes de batalla
De los 22 millones 137 mil latinos que componen la fuerza laboral en Estados Unidos, un millón 874 mil estaban desempleados en noviembre de este año, 11 mil más que en octubre. Según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento del Trabajo, esto representa 638 mil más que el año anterior.
En el último mes, el índice de desempleo en el vecino país pasó de 6.5 a 6.7 por ciento. Aunque en el grupo de los latinos registró una disminución del 8.8 al 8.6, en octubre había sido el sector poblacional más afectado, al aumentar en 1 por ciento.
Para enfrentar esta situación, las principales medidas que han tomado los mexicanos en Estados Unidos son el ahorro y la búsqueda de nuevos empleos.
Cecomex, una comunidad de mexicanos creada en 1991 en Nueva York, cuenta con una bolsa de trabajo a la que cada vez recurren más mexicanos, dice Juan Cáceres, su fundador.
“La comunidad también está tratando de gastar menos, los restaurantes mexicanos que se llenaban los fines de semana lo están resintiendo; ya no están comprando ropa ni víveres, ni hacen tantas fiestas”, asegura Cáceres.
Tanto él como otros líderes de asociaciones de migrantes afirman que los mexicanos desempleados están viviendo de sus ahorros y en consecuencia han bajado sus envíos de dinero a México. Sin embargo, según los últimos datos del Banco de México, el monto de remesas aumentó en octubre un 13 por ciento con relación a septiembre, alcanzando un nivel de 2 mil 445 millones de dólares, el primer aumento desde que en mayo comenzó a registrarse un descenso en los envíos.
El director del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, Cándido Morales, considera que los connacionales en Estados Unidos que ya tienen más de dos años radicando allá, documentados o indocumentados, tienen mejores posibilidades de superar la situación económica porque cuentan con las redes de contactos necesarias para recurrir a apoyos y acceder a otros empleos.
“Si perdieron un trabajo en la construcción pues se van de jardineros, y tal vez se tarden unas dos o tres semanas en encontrar un empleo, pero eventualmente lo consiguen, por sus amigos, por sus contactos”, dice Morales.
A través del sistema de citas telefónicas Mexitel, la SRE detecta el comportamiento de la demanda de documentos en los Consulados, el cual indica que hay un movimiento al interior de Estados Unidos, explica el titular de la Subsecretaría para América del Norte.
Por ejemplo, en Anchorage, Alaska, se abrió el año pasado un Consulado debido a que hay un mayor número de mexicanos empleados en la industria de procesamiento de pescado. También se mudaron varios mexicanos a Carolina del Norte, donde encontraron trabajo en el área de servicios.
La hipótesis del cónsul de Los Ángeles, Juan Marcos Gutiérrez, es que los desempleados podrían encontrar trabajo en otros sectores, especialmente el agrícola.
“El mexicano que se pueda considerar que ya está asentado acá, con más de dos años, que ya se ha traído a su familia y ha comprado un carro o una casa, primero va a intentar cambiar de industria, de tipo de trabajo, incluso de estado de la Unión Americana, antes que regresar a México”, explica el cónsul.
De hecho, los únicos sectores que han generado empleo en el último año son el agrícola y el gubernamental. Entre octubre de 2007 y octubre de 2008 el primero pasó de 2 millones 130 mil trabajadores a 2 millones 203 mil, y el segundo de 21 millones 96 mil trabajadores a 21 millones 720 mil.
La opción del Norte
Si se trata de dejar Estados Unidos, algunos migrantes prefieren Canadá, según el diagnóstico de Cecomex y de la Federación de Clubes de Zacatecanos en Chicago.
“Han sido recibidos con los brazos abiertos. Hay un trato menos maleado para los migrantes. Canadá en cuestión de meses estará haciendo sus medidas de migración más estrictas porque mucha gente verá la facilidad y se va a querer lanzar para allá”, dice Efraín Jiménez, vicepresidente del club de zacatecanos.
La población latinoamericana de Canadá ha ido en aumento durante los últimos 10 años. De representar el 7.6 por ciento del total de los migrantes en 1998, ha pasado a significar el 10.8 por ciento en 2007. De los 25 mil 890 migrantes en este grupo, México ocupó en 2007 el segundo lugar con 3 mil 224 residentes, 394 más que el año anterior.
Quienes deciden quedarse en Estados Unidos también confían en que el presidente electo Barack Obama logre superar la situación económica.
“La esperanza la está dando la nueva dirigencia de este país, Barack Obama, porque está promoviendo una reforma migratoria. Los migrantes dicen que al momento de hacerse legales en este país van a tener mejores condiciones de vida”, señala Cáceres, miembro de Cecomex.
