La última vez que corrió agua por el lecho seco del río Nazas a través de la zona conurbada fue en 1991, año en el que por única vez fueron abiertas las compuertas de la represa de San Fernando. En el proyecto actual de la Conagua, cada año, durante el ciclo agrícola, el cauce traerá agua hasta una represa que se construiría a la altura del ejido La Concha. (Cortesía)
La última vez que corrió agua por el cauce a través de las tres ciudades fue en 1991.
La Comisión Nacional del Agua considera un proyecto para clausurar los canales de riego que cruzan las ciudades de la Comarca Lagunera, en el que el agua del río Nazas volvería a correr por la zona conurbada.
“El crecimiento urbano ha ocupado zonas agrícolas del Distrito de Riego y la infraestructura que las sirve; la infraestructura de riego obstaculiza el desarrollo armónico de la zona urbana; se incrementan los costos de la conservación y se dificulta la operación de la red; y se generan problemas de saneamiento al utilizarse los canales como tiraderos de basura”, dice el proyecto “Encauzamiento del Río Nazas y Rescate de Canales Urbanos”.
Si se concreta el proyecto, se liberarían terrenos ocupados por la infraestructura hidráulica para uso urbano y se podrían recuperar las áreas ocupadas por los canales. El proyecto deberá ser acompañado de un programa para rescatar las márgenes del río en la zona urbana.
Óscar Gutiérrez Santana, director de Cuencas Centrales del Norte de la Conagua, dijo que el plan sería una oportunidad de brindar otro enfoque al cauce del río en la región.
La última vez que el agua corrió por la zona urbana fue hace 14 años, a finales de 1991, cuando las lluvias llenaron las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco.
Entre los efectos que traería este proyecto, el documento de Conagua menciona: la recarga del acuífero principal de La Laguna, el mejoramiento de la calidad del agua subterránea, el rescate del paisaje y medio ambiente ribereño, la posibilidad de un intercambio de aguas subterráneas por aguas superficiales, para uso público en la zona urbana y el mejoramiento de la operación de la infraestructura de riego.
Por lo pronto, se realiza un estudio sobre las obras de protección contra inundación en el área conurbada de Torreón y Gómez Palacio en el tramo que comprende 15 kilómetros desde el vado El Huarache hasta 2.5 kilómetros aguas abajo del vado Santa Rita, que es el tramo del lecho seco por donde volvería a fluir el agua.
En este tramo existen varios asentamientos irregulares, en las proximidades del “puente negro” y la antigua derivadora Calabazas. Según el estudio, la superficie ocupada es de 2.1 hectáreas con 43 viviendas junto al cerro y 18 sobre el lecho del río, en ambas márgenes.
Gutiérrez Santana dijo que los municipios conocen el planteamiento pero la propuesta no se ha presentado a los estados de Coahuila y Durango de manera formal.
El estudio advierte la necesidad de realizar obras técnicas de remediación en los principales sitios en riesgo y sumar sinergias con los municipios para coordinar la realización de proyectos urbanos como vialidades, que tengan a futuro en los sitios de riesgo.
Ventajas
Conagua señala algunos de los beneficios que traería el soltar las aguas del Nazas por el lecho seco:
-Rescate del paisaje y medio ambiente ribereño.
-Recarga del Acuífero Principal.
-Mejoramiento de la calidad del agua subterránea.
-Posibilidad de intercambio de aguas subterráneas por aguas superficiales, para uso público-urbano.
-Mejoramiento de la operación de la infraestructura de riego.
-Mejoramiento de las condiciones de vida de los usuarios del Distrito de Riego, inmersos en el proceso de desincorporación de los canales.
FUENTE: Comisión Nacional del Agua
