Hallazgos recientes sugieren que la hepatitis B podría también incrementar el riesgo de sufrir cáncer de páncreas, uno de los tumores más mortíferos.
Es más probable que personas que padecieron hepatitis B contraigan cáncer de páncreas que las que nunca estuvieron infectadas, mostró por primera vez un estudio.
Según una nota publicada por The New York Times, hallazgos recientes sugieren que la hepatitis B, ya conocida como una de las causas del cáncer de hígado en ciertos pacientes, podría también incrementar el riesgo de sufrir cáncer de páncreas, uno de los tumores más mortíferos.
Pero aunque el estudio mostró dicha asociación, no se encontraron causas y efectos, dijeron los científicos.
Es necesario hacer más estudios para determinar si el virus realmente puede causar cáncer de páncreas.
"No queremos ser alarmistas", mencionó el doctor James L. Abbruzzese, autor principal del estudio y presidente de Oncología Gastrointestinal del Centro Oncológico Anderson, en Houston.
El cáncer pancreático no es común y la mayoría de la gente tiene menos de 1% de probabilidades de desarrollarlo en algún momento de su vida. En Estados Unidos existen cerca de 38 mil casos recientes pero la tasa de mortalidad es alta y la mayoría de los pacientes mueren en pocos meses o años.
En contraste, existen 1.25 millones de personas con hepatitis B crónica en Estados Unidos y cientos de millones en todo el mundo. A nivel global, es una de las principales causas del cáncer de hígado. Una vacuna puede evitar la infección y por lo tanto, el cáncer pero cuando una persona no vacunada desarrolla una infección crónica, ya no se puede curar, aunque existen medicamentos antivirales para ayudar a controlarla en algunos casos.
El doctor Abbruzzese señaló que podría ser algo positivo que las personas que ya han tenido hepatitis B tomen medidas extras para tratar de reducir el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas, como no fumar y controlar su peso. El fumar es uno de los mayores factores de riesgo del cáncer pancreático; la obesidad y la diabetes también están relacionadas con la enfermedad.
El estudio, publicado en la revista de Oncología Clínica, comparó a 476 personas con cáncer pancreático con 879 individuos saludables. A todos se les hicieron pruebas para ver si alguna vez se habían infectado de algún tipo de virus causante de la hepatitis B o hepatitis C. No se encontró relación alguna con la hepatitis C, pero los pacientes de cáncer registraban el doble de probabilidades de tener hepatitis B que las personas sanas.
Entre quienes estaban enfermos de cáncer, 7.6% tenía hepatitis B, en comparación con sólo 3.2% de los que estaban controlados. Así que el virus pudo haber contribuido de alguna manera al desarrollo del cáncer, sugieren los investigadores.
La doctora Eileen O'Reilly, experta en cáncer de páncreas en el Centro Oncológico Sloan Kettering en Manhattan, mencionó que el estudio estuvo bien hecho y la interpretación es razonable, aunque enfatizó que es necesario hacer más investigaciones para verificarlo. O'Reilly señaló también que ya existía en la literatura médica esta relación entre la hepatitis B y el cáncer pancreático. "Esto nos da una idea más clara de que es un hallazgo real", dijo.