EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Relevo en Gobernación

EL COMENTARIO DE HOY

Francisco Amparán

Luego de la tragedia del avionazo, no se hicieron esperar las especulaciones en torno a quién reemplazaría a Juan Camilo Mouriño como encargado de la política interna. Según algunos analistas, al presidente Calderón se le presentaba la oportunidad no deseada de hacer una limpia completa en un Gabinete que, seamos francos, nada más no ha dado el ancho. Según otros, por simple reflejo buscaría a alguien muy cercano en forzada sustitución de quien había sido no sólo su más leal colaborador, sino amigo íntimo. Por supuesto, no dejaron de circular nombres de lo más diversos, desde el Jefe Diego (quien públicamente avisó que no quería semejante chamba) hasta Josefina Vázquez Mota, la más capaz del menguado equipo presidencial.

A fin de cuentas, Calderón escogió a un panista de los llamados “históricos”, Fernando Gómez Mont. Y sobre esa selección ya empiezan a sacarse distintas conclusiones… quizá precipitadas.

Gómez Mont pertenece a esa rara estirpe de gente que nació con la sangre azul panista, por ser hijos de los esforzados forjadores pioneros del blanquiazul. O sea, es descendiente de aquellos que creyeron en la famosa “brega de eternidad”; y que, en algún momento, el PRI dejaría el poder. A la misma progenie pertenece, y no es casualidad, el presidente Calderón.

Por ese lado, los panistas tradicionales pueden estar satisfechos: no se trata de un advenedizo ni de un “bárbaro del norte”, de los que coparon las estructuras de poder del partido blanquiazul desde hace veinte años.

Además, Gómez Mont es socio de uno de los bufetes de abogados penalistas más reputado del país. Desde ahí ha defendido a algunos clientes no muy presentables que digamos… pero ésa es bronca de la profesión, no de quienes la ejercen. O al menos los leguleyos no se cansan de decirnos eso: que a la hora de defender malosos de toda laya y nivel, no se puede juzgar la calidad humana del abogado, sino su capacidad profesional. Como que por ese lado, de hecho, habría que reconocer que en el Palacio de Covián despachará un hombre que se sabe las leyes al derecho y al revés.

Gómez Mont ya fue diputado federal una vez. Su actuación en la Cámara no fue sobresaliente. Pero al menos conoce los intríngulis del trabajo legislativo, lo que no es baba de perico teniendo en cuenta el rijoso Congreso con el que tendrá que lidiar, y con el que debe buscar llegar a acuerdos… pero que no sea a cualquier precio, por favor.

Total, que como suele ocurrir, habrá que esperar a que el nuevo secretario empiece a trabajar para poder hacer una evaluación. Bien sabemos que, a la hora de la hora, el currículum y el pasado no sirven de mucho para saber si el nuevo funcionario pasará a la historia… o al olvido.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 393069

elsiglo.mx