El gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, presentó su renuncia en conferencia de prensa tras haber sido vinculado con una red de prostitución en EU. (AP)
Dimite al cargo Eliot Spitzer dos días después de que destaparan su vínculo con una red de prostitución.
El gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, presentó su renuncia en conferencia de prensa tras haber sido vinculado con una red de prostitución con el Club Emperor’s Club VIP, lo cual generó que las diferentes corrientes políticas de Estados Unidos exigieran su dimisión a la Administración neoyorkina.
“Las palabras no me alcanzan para describir la felicidad que tuve en estos tiempos, la fe y la esperanza del pueblo de Nueva York, siento no haber cumplido las expectaciones del pueblo neoyorquino.
“También sé que la ciudad de Nueva York y las personas que estuvieron conmigo les pido una disculpa, no puedo permitir que mis errores tengan que alterar en la vida cotidiana de la Ciudad de Nueva York.
“Es por eso que estoy renunciando a la gubernatura de la ciudad de Nueva York, la cual se hará efectiva el 17 de marzo”, manifestó Eliot Spitzer.
“Al dejar la vida pública trataré de sanar mi vida política y familiar, espero que todo siga tranquilo como hasta ahora”, dijo Spitzer. “Mi imagen no está limpia y necesito de tiempo para mejorar las cosas, y que mis errores no sean factores para que se derrumbe este gran Estado”.
El vicegobernador, David A Paterson, tomará el lugar de Spitzer y se convertirá en el primer gobernador negro que dirija a la ciudad de Nueva York.
Spitzer fue electo como gobernador el 7 de noviembre de 2006 con el 69% de votos a favor, tras vencer al candidato republicano, John Faso y al aspirante del Partido Liberal de Nueva York, John Clifton.
ERA ‘BUEN CHICO’
Una de las acompañantes con las que el ex gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, entabló relaciones habló con la cadena estadounidense ABC.
La chica de 22 años, y quien trabaja ya en otra página diferente a Emperor’s Club VIP, también de atención a caballeros, aseguró que el ahora ex funcionario era “un buen chico, quien daba buenas propinas”.
Spitzer reveló haber pagado cuatro mil 300 dólares por un servicio del citado Club.
De acuerdo con la exclusiva escort fue hace dos años cuando estuvo con ella y sostuvo que “él no hizo nada que no estuviera limpio”.
El escándalo ha provocado la publicación de notas, comentarios y fotografías a través de Internet del “Emperor’s Club VIP”, empresa de servicios de compañía de 50 jóvenes, que era utilizada por el gobernador.
Sitios de noticias, blogs y foros de opinión, principalmente de Estados Unidos, han concentrado su atención en difundir información de las jóvenes que ofrecían sus servicios a través de esa firma.
Sus datos generales (edad, peso, estatura, medidas, color de ojos), su foto y hasta la tarifa, están siendo difundidas a través de la Red. También se publican fotos del anuncio de la renuncia del gobernador, sobreponiendo textos a las imágenes de Eliot Spitzer y de su esposa Silda.
Actualmente el buscador Google genera más de 65 mil resultados con la frase exacta Emperor’s Club VIP. El sitio está aún en la Red, pero deshabilitado.
Lugar polémico
El escándalo que rodea ahora al ex gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, tiene como escenario el mismo en que se desarrolló el de Bill Clinton y Mónica Lewinsky: el Renaissance Mayflower Hotel, conocido simplemente como el Mayflower, el hotel de lujo más grande de Washington.
El Mayflower ha tenido entre sus huéspedes a la reina Elizabeth, a John Wayne, Barbra Streisand, Winston Churchill y Bob Hope. El ex director del FBI, J. Edgar Hoover, comió en uno de sus restaurantes, cada día, durante 20 años.
En la elección de 1996, Mónica Lewinsky fue retratada abrazando al entonces presidente Bill Clinton, durante un evento de campaña que tuvo verificativo en ese hotel.
Ahora, la investigación del FBI en torno a la agencia de prostitutas de lujo, descubrió que cuando menos seis veces el gobernador de Nueva York hizo intrincados arreglos para poder encontrarse con una de las mujeres en el lujoso lugar.
Kristen, que trabaja para la agencia, aceptó reunirse con el gobernador en el Mayflower. De acuerdo con documentos del FBI, Spitzer envió por correo el depósito para un encuentro ya agendado la noche anterior de aparecer ante políticos en el Capitolio.
Spitzer aceptó pagar la cuota de servicio, traslado, hotel y cargos de mini-bar y prometió dejar la puerta de la habitación abierta para que no extrañara al personal del hotel la llegada de la mujer.
La esposa detrás del escándalo
Silda Wall Spitzer renunció a su carrera de abogada de alto nivel para criar a tres hijas y apoyar a su esposo en la búsqueda de un puesto electoral. Sin embargo, siempre ha tenido profundas reservas en torno a la carrera política de su marido.
Una y otra vez se ha visto en la obligación de impulsar a su esposo en coyunturas críticas de su vida pública, tolerando, con cierto pesar, que él haya decidido colocarse a sí mismo -y a su familia- en ese círculo.
En 1994, luego de que Eliot Spitzer contendiera por primera vez, sin éxito, para la fiscalía general de Nueva York, Wall Spitzer dijo a Nicholas Kourides, amigo y ex colega de ella del mundo de la abogacía corporativa: “bueno, ahora puede regresar y conseguir un trabajo de verdad”.
Y en julio, lamentando la atención que despertaron los primeros seis meses de Spitzer en su cargo gubernamental, su esposa le preguntó qué tendría de malo que se incorporara al negocio de bienes raíces de su padre.
Según amigos, el cargo de gobernador tuvo un costo psicológico para Wall Spitzer, quien no había podido desempeñar completamente su papel como primera dama. “Creo que todo este periodo en el Gobierno no le ha venido bien”, dijo un amigo de los Spitzers. “Provocó tensión en el matrimonio”. Recientemente, dijo el amigo, la tensión ha aumentado.
“Ha estado viajando mucho”, añadió el amigo, “y lo que le ha ocurrido a nivel político, lo he podido sentir en Silda especialmente en las últimas semanas. Ella es una persona extremadamente reservada”.
El lunes, un día después de que se enterara de que investigaciones federales habían identificado a Spitzer como cliente de una Red de prostitución de alto nivel, Wall Spitzer instó a su esposo a no renunciar. Y todavía el martes siguió la misma línea.
Dice Hillary sentirse ‘apenada’
La aspirante presidencial demócrata Hillary Clinton dijo ayer sentirse “apenada” por el caso del gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, quien se vio forzado a dimitir tras conocerse sus relaciones con prostitutas.
“Estoy profundamente apenada por cómo se han sucedido los acontecimientos y mis pensamientos están con el gobernador Spitzer y su familia durante estos momentos difíciles”, dijo Clinton en un comunicado.
La salida de la escena política de Spitzer, quien dio a conocer ayer su dimisión, tiene repercusiones políticas para la aspirante a la candidatura presidencial demócrata.
Y es que el ex gobernador de Nueva York era uno de los “superdelegados” que había expresado su apoyo a Clinton. Los “superdelegados” son los alrededor de 800 funcionarios del partido que tendrán voz y voto en la convención que se celebrará en agosto en Denver (Colorado).