Alrededor de 25 prisioneros trataron, la madrugada de este jueves, de tomar el control del penal de Cadereyta ubicado a poco más de una hora al oriente de Monterrey. Al lugar acudieron elementos de la PFP, policías del estado y militares para contener los hechos de violencia. (El Universal)
La Procuraduría General de Justicia (PGJ) confirmó que desde la madrugada de este jueves, al menos 25 prisioneros trataron de tomar el control del penal de Cadereyta -ubicado a poco más de una hora al oriente de Monterrey- dejando como saldo 30 custodios lesionados.
El subprocurador de ministerios públicos, Alejandro Garza y Garza comentó que los uniformados trataron de controlar una riña entre dos grupos de reos que se disputan el control del centro penitenciario de media seguridad, sin embargo, la pelea se extendió a los demás prisioneros y la situación se tornó “fuera de control por unos momentos”, por lo que se solicitaron refuerzos.
De inmediato, dijo el funcionario estatal, se procedió a sacar al personal administrativo del interior del penal, así como a los familiares que se encontraban de visita, para permitir el ingreso de las autoridades federales, quienes retomarían el control del cerezo.
Al lugar se dieron cita unos 300 uniformados, entre elementos de la PFP, policías del estado y militares, quienes rodearon el reclusorio e ingresaron por las diferentes puertas y sometieron a 25 amotinados.
“De inmediato se procedió al traslado de estas personas al penal del Topo Chico y al penal de Apodaca. Se pretende separarlos para disuadir el disturbio”, declaró el funcionario de procuración de justicia.
Garza y Garza abundó que los internos trataron de tomar el control del penal de Cadereyta y al ser reprimidos por los celadores hubo intercambio de golpes, sin llegar a los balazos.
Como resultado de esta acción, se notificó de al menos 30 uniformados que resultaron con alguna lesión sin que esté en peligro su vida.
Cerca de las 2:40 de la tarde y con la presencia de las autoridades estatales y federales, se recobró el control del centro penitenciario y se abrió un expediente ante el Ministerio Publico para deslindar las responsabilidades de quien o quienes hayan encabezado el motín.
Estos hechos retoman importancia en un contexto donde apenas hace unas horas en Tijuana, Baja California, se diera un motín que dejó como saldo 19 personas muertas y más de 50 lesionados. En esa ocasión el reclamo no era por el control del penal, sino por mejores condiciones para los internos.
A pesar de la intensa movilización policiaca de elementos federales y militares que cimbró a Cadereyta, Nuevo León desde la madrugada de este jueves, poco después de medio día salió el secretario de seguridad pública del estado Aldo Fasci Zuazua a negar que en el interior de uno de sus reclusorios haya habido un motín.
El Funcionario aseguró que se trató de una riña entre 25 prisioneros y enfatizó que quienes exacerban las cosas son los medios de comunicación y las mismas familias de los reos debido a que en estos momentos “en todos los penales hay tensión”.
En una improvisada conferencia de medios, el titular de seguridad en Nuevo León dijo desconocer los detalles de lo sucedido.
“No tengo exactamente (la hora) pero fue alrededor de las 10:30 de la mañana. Fue un tema personal que empezó con una persona molesta con otra, y se hizo como siempre se hacen golpes, como le dicen en la calle se hizo la ‘bolita’ y empezaron a pegarse; no pasó absolutamente nada, afortunadamente”, aseguró el funcionario.
El secretario de seguridad agregó que la presencia de uniformados federales, de militares y de las bases de operación mixta obedecía “a nada”, ya que en su opinión “nada más mandamos de refuerzo para evitar que hubiera algún problema”.
De igual forma, al cuestionarlo sobre los 30 custodios que resultaron heridos en la supuesta riña, Aldo Fasci contestó que “no hay nada afortunadamente”.
