El toreo del español Reyes Ramón fue del agrado de la afición lagunera, al cortar una oreja en su actuación en la Plaza de Toros de Lerdo. (Fotografías de Jesús Galindo López).
CIUDAD LERDO, DGO.- La misión de llenar la Plaza de Toros Salvador Barrera de Lerdo resultó imposible, aunque el coso registró en esta corrida inaugural un 70 por ciento de su capacidad, que a decir verdad es una magnífica entrada. En esta ocasión los tendidos fueron engalanados por innumerables damitas amantes de la más bella de las fiestas, la fiesta brava, al igual que distinguidas personalidades del deporte, específicamente los jugadores del club de futbol Santos Laguna, Fernando Ortiz y el “Chato” Rodríguez, a quienes en un gesto de agradecimiento los toreros les brindaron la muerte de un toro, respectivamente, ante la ovación del público presente, durante la celebración de la primera corrida de toros en la Comarca Lagunera.
El cartel internacional, compuesto por el diestro toledano Reyes Ramón y el torero lagunero Mario Mora, resultó en igualdad de términos, logrando cortar cada quien un apéndice al primero de su lote, sin poder redondear lo hecho con el segundo enemigo.
Los novillos-toros de la ganadería de Doña Carmen se embarcaron con un peso ligeramente por encima de los 400 Kilos pisando el ruedo con regular presentación, bravos pero sin transmitir, destacando solamente el segundo de la tarde de nombre “Buena Suerte”. Enemigos muy por debajo de la capacidad de los alternantes.
Reyes Ramón logró cortar una oreja al primero, y con aclamada salida al tercio y vuelta al ruedo el segundo de su lote. El primer toro de la tarde, denominado “Limonero” y con 410 kilogramos, le correspondió al diestro toledano, que lo recibió a tanda de verónicas con el capote y finalizó con media rodilla en tierra. Cambió de tercio, el matador viendo las condiciones del enemigo, solicita al juez de plaza que sólo se le coloquen dos pares de banderillas, la petición es denegada y el tercer par es colocado. Para fortuna del torero, los banderilleros no acertaron del todo en sus intervenciones. El español ejecuta la lidia con gran superioridad sobre el novillo, que sin fuerza y emotividad permite ver todos los recursos del matador hispano. Quien finalmente termina la lidia hundiendo el acero hasta el pelo, en fulminante estocada. Como resultado de su magnífica labor recibe el apéndice del animal y da vuelta al ruedo.
“Filibustero”, con 405 kilos, fue el tercer toro de la tarde y segundo del lote para el diestro Toledano, que lo recibe con una serie de verónicas rematadas con una media digna de plasmarse en un lienzo, haciendo nuevamente evidente la superioridad y condiciones de sobra ante sus enemigos. El torero acude al tendido y de extranjero a extranjero en suelo lagunero le brindó la muerte del toro al futbolista Fernando Ortiz ante la grata aclamación general.
Con total dominio del terreno y manejo de los avíos de torear, el matador se coloca en el tercio de la arena, cita y engaña a su enemigo con soberbio cambio de mano y remate de pecho, sus muletazos son depurados con gran técnica y dominio absoluto del toreo con arte. Muestra en todo momento suficientes recursos, hasta llegar a complacer con beneplácito al público luego de realizarle molinetes al enemigo. “Filibustero” fue un burel sin condición, al que no fue posible bordarle una magnífica faena. En el momento de la verdad el torero español pincha en hueso, pero sin soltar el acero. En su segundo intento con gran estocada logra fulminar al toro. El público solicita la oreja, sin embargo el insensible juez de plaza decide no otorgar la oreja, ante la molestia del respetable, que con carretadas de aplausos sacan al torero al tercio y posteriormente vuelta al ruedo.
MARIO MORA CORTA OREJA
Por su parte, el torero lagunero Mario Mora se lleva el trofeo al cortarle una oreja a su primer toro, de nombre “Buena Suerte”, que por fuerte y bravo resultó ser el más destacado de la ganadería de Doña Carmen, y como muestra de su bravura, al momento del castigo de varas logró derribar en forma dramática al picador, que cae a la arena con el corcel encima, ante el latente peligro de ser cogido por el toro, por fortuna los subalternos muy atentos lograron quitar al enemigo. El fuerte animal con peligro sordo logró también empalar al matador Mario Mora, que por fortuna sólo sufrió una voltereta, siendo auxiliado por la cuadrilla, sin verse la ropa se cubre en el burladero y regresa al ruedo ante la ovación general del tendido. Sin duda alguna “Buena Suerte” resultó ser un enemigo decorosamente presentado pero difícil, sin embargo el torero mostró momentos muy buenos hasta lograr la muerte del astado con una gran estocada de efecto fulminante, consiguiendo así el apéndice del animal y levantando el trofeo al cielo; a petición del tendido, dio una vuelta al ruedo.
“Bienvenido”, de 402 kilos, fue el cuarto toro del festejo y segundo de Mora; que lidió al astado con valentía, a pesar de presentar dificultad e incomodidad al torero, que a fin de cuentas le fue posible dominar. Con montera en mano el lagunero se dirige al tendido, y de mexicano a mexicano en el ruedo comarcano, el matador brinda su faena al reconocido jugador santista “Chato” Rodríguez.
A la hora de oficiar, el torero lagunero de primera instancia coloca un pinchazo, soltando el acero, y en su segundo intento consigue hundir hasta el fondo la espada y su enemigo cae fulminado.
Esperemos que autoridades y empresarios de la Comarca en un esfuerzo conjunto logren en breve realizar la tan aclamada Academia Taurina Infantil Lagunera. Por ahora sólo queda esperar, y que viva la más bella de las fiestas, la fiesta brava.
