Enorme movilización policiaca se generó la tarde de este jueves, cuando una joven hondureña interceptó a un grupo de policías municipales, para reportar el robo de uno de sus hijos del interior de una casa de asistencia, que se ubica en el primer cuadro de la ciudad y donde al final todo fue un mal entendido.
Se movilizan
Tras recibir el reporte de hechos y señas particulares del menor presuntamente robado, los oficiales asignados a la caseta de vigilancia ubicada sobre la calle de Melchor Muzquiz de la zona centro, se formó un enorme despliegue, tanto de elementos en patrulla como del escuadrón ciclista, que recorrieron las calles del primer cuadro sin resultados favorables.
El reporte lo realizó minutos después de las 15:00 horas, la joven indocumentada Sonia Jaquelín Ocampo, de 26 años de edad, madre de dos hermosos bebés de 10 meses de edad y el extraviado de un año, 11 meses.
La mujer informó a los policías que minutos antes de la pérdida del menor, se encontraba platicando con una compañera que labora en el albergue Eulalio González G. Piporro, con su hijo Mario Leonel Ocampo, a un lado y entre bromas la mujer identificada como Guillermina Melo Hernández le manifestó que si se llevaba al niño y ella le contestó jugando que sí, sin tomarlo en serio la situación.
Lo echa de menos
Y continuó con sus labores en el albergue y no se percató que Guillermina se llevó al niño con ella, ya que iba a realizar algunos depósitos a un banco que se ubica algunas cuadras. Por lo que al echarlo de menos se puso a buscarlo por todas partes y al no encontrarlo decidió realizar el reporte a las autoridades al pensar que otra persona de las tantas que entran al albergue se había llevado a su pequeño hijo, pero al poco rato volvió su criatura de la mano de Guillermina, por lo que se presentó con los uniformados a retirar la denuncias.