Christian Sánchez Olvera, junto a su hermana Catterin. (El Universal)
Señala Derechos Humanos como una de las más problemáticas a la agencia en la que se lleva el caso del antro.
Durante las dos últimas Administraciones, la agencia 50 del Ministerio Público ha sido calificada como una de las más problemáticas para la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF); sin embargo, en ella, se lleva el caso de las indagatorias sobre lo acontecido en la discoteca New’s Divine.
Considerada como “La Joya de la Corona” por el ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, en cuanto a la tragedia del pasado 20 de junio, lo que se espera es un cambio estructural en dicho Ministerio Público.
La labor de su personal la hizo estar dentro de la lista de los Ministerios Públicos con más quejas que realizó el organismo defensor de los derechos humanos.
Falta de atención, rigor e insensibilidad hacia las víctimas son características de esta llamada Agencia Central de Investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
Durante la integración de la investigación previa de la muerte de 12 personas en el New’s Divine, los agentes ministeriales permitieron que el personal de la PGJDF involucrado en la tragedia, declarara y se retirara, pero a los policías preventivos los retuvo hasta por 36 horas.
Las quejas que tiene la Comisión por parte de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), refieren que a cuatro de ellos se les esposó a su silla mientras declaraban.
Por ese motivo, la CDHDF lamentó durante su informe especial sobre el caso New’s Divine que las indagatorias se realizaran en ese Ministerio Público y no en la Fiscalía de Homicidios o de Servidores Públicos.
Por otra parte, desde que Marcelo Ebrard era secretario de la SSP-DF, la CDHDF pidió modificar los operativos policiacos en discotecas, bares y centros nocturnos donde confluyen jóvenes.
Antes de la del caso New’s Divine, la comisión emitió 11 recomendaciones relacionadas con operativos, todas dirigidas a la SSP y cuatro de ellas también a la Procuraduría capitalina.
‘No me acuerdo de los que sucedió’
“Soy Christian Sánchez Olvera, tengo 16 años de edad y no me acuerdo de lo que sucedió”.
Tras 18 días de hospitalización, 10 de ellos en coma, el adolescente, víctima del tumulto en el New’s Divine, regresó a su casa, en la colonia Martín Carrera, y se recupera lentamente. Aún le cuesta un poco hablar por la parálisis que sufrió. Reconoce a todos y sabe dónde está, pero de la tragedia no logra recordar cómo pasó.
Su abuela, Elena Olvera, comentó: “Cuando despertó, lo primero en que pensó fue en sus tenis y su chamarra nuevos que perdió después que ingresó al hospital, pues le había costado mucho esfuerzo comprarlos”.
Catterin, su hermana de 18 años, le salvó la vida.
“Estábamos los dos juntos. Nos divertíamos, apagaron la música y pidieron que nos calmáramos, que era un operativo. Vi a los policías que se habían acercado a la cabina del DJ”. Minutos más tarde bajó las escaleras hacia la pista y fue cuando se percató que los policías agredían a los demás.
“Entre los empujones perdí a mi hermano de vista, sentí desesperación. Cuando nos sacaron, me paré para buscarlo. Un policía se acercó y me golpeó el pecho, y me caí”.
Tomada de la mano de Christian, Catterin contuvo las lágrimas durante la narración.
“Se me acercó otro policía y le grité que me ayudara a encontrar a mi hermano y muy burlón dijo: ‘A lo mejor es uno de esos tantos tirados’. Y sí, era uno de ellos. Encontré a mi hermano tirado sobre la banqueta... me recargué en su pecho, todavía latía su corazón”.
Con la ayuda de sus amigos abordó un taxi y lo llevó al hospital. “Lo llevaba en mis piernas, iba con los ojos en blanco, con la boca y la nariz sangradas, le hablaba para que reaccionara, pero él ya no despertó”.
El traslado al hospital La Villa, a tiempo, finalmente le salvó la vida. Catterin resultó con un esguince en un tobillo y con el tórax desviado por los golpes.