Los precandidatos presidenciales republicanos hacían campaña hoy en Carolina del Sur previo a las primarias del sábado, luego que el triunfo de Mitt Romney en Michigan profundizó la incertidumbre en una competencia sumida en la incertidumbre.
Entre tanto, los demócratas Hillary Rodham Clinton y Barack Obama pusieron de lado su disputa sobre temas raciales, y acrecentaban su actividad para las asambleas electorales de Nevada, consideradas de gran importancia para definir al candidato del partido opositor.
Tras saborear una victoria en su Michigan natal, Romney prometió el miércoles que superará a John McCain en las primarias de Carolina del Sur aunque hasta el momento McCain encabeza las encuestas allí.
Pero Mike Huckabee, un ex gobernador de Arkansas y predicador baptista, podría recibir un impulso de los cristianos evangélicos cuyo respaldo le permitió ganar en Iowa. Y Romney cuenta con el espaldarazo de su victoria en Michigan.
Para Romney, ganar en Michigan era cuestión de vida o muerte: Huckabee ganó en las asambleas electorales de Iowa, McCain triunfó en Nueva Hampshire.
"No estoy formulando pronósticos acerca de lo que ocurrirá en cualquier otro estado", dijo Romney. "Pero me siento muy bien en este momento". Y cuando se le preguntó qué piensa de McCain, que lidera las encuestas en Carolina del Sur entre los votantes republicanos registrados, señaló: "le daremos una dura pelea".
Las primarias de Michigan "me dieron el impulso que necesitaba", dijo Romney, ex gobernador de Massachusetts y cuyo padre fue hace años gobernador de Michigan.
Entre tanto, los candidatos demócratas tratan de obtener respaldo antes de las asambleas electorales del sábado en Nevada, luego de un debate por televisión en el cual Clinton y Obama prometieron atenuar su disputa por cuestiones de género y de raza. Tampoco la contienda en Nevada parece tener un claro ganador, al menos en las encuestas.
Obama intenta ser el primer presidente negro de Estados Unidos, y Clinton, la primera mujer presidente.