Todos los días nos levantamos con una serie de malas noticias que ya es deprimente tan sólo leer los encabezados de los periódicos, la escalada de violencia ya rebasa cualquier pronóstico, la economía no se vislumbra que vaya a ser muy buena en los próximos años, esto aunado a los rumores que de por sí, los hechos son contundentes, aumentan su dimensión y alcance, todo esto tiene a la población perpleja y atemorizada.
Ahora sí que las cosas se están complicando, la corrupción ha alcanzado niveles nunca antes vistos, llega hasta la misma médula de la Administración pública en todos los niveles y el problema mayor es la gran incompetencia de los gobiernos para enfrentar a los diferentes grupos de cárteles, delincuentes, inclusive autoridades, que tienen al país en jaque. ¿Cuáles son las acciones que el Gobierno ha implementado para mejorar la seguridad? Que funcione, ninguna, por ahora lo único realmente importante según parece, son las elecciones; tener mayoría en los congresos y ganar las alcaldías para preparase para las elecciones de diputados federales el año que entra y así la Presidencia hacer pasar sin pisar baranda en el Congreso las iniciativas, reformas y leyes que garanticen sus compromisos personales de campaña, es repugnante y vergonzoso.
O viéndolo de otro modo, tal vez estoy subvalorando a nuestros gobernantes y esto obedece a un plan bien orquestado, que necesitan tener una población muerta de miedo, paralizada, ciudades enteras colapsadas, anteriormente boyantes como Tijuana, prácticamente paradas las inversiones y de esta forma crear una nube de humo para alejarnos de lo realmente importante, para hacer lo que les venga en gana sin que nadie los cuestione o lo note, ¿será?
Por que llama a la atención, que no ha habido en nuestra región ni una sola marcha en contra de la inseguridad, ni una sola declaración de “ciudadanos destacados” o de las Mujeres por Torreón, o las Cámaras, las ONG; o de nuestros representantes, nada, ni una palabra de nadie y para colmo la otrora combativa Cámara, se manifieste públicamente a favor de uno de sus afiliados en un pleito entre particulares, y no por la comunidad. Andamos mal, se ha perdido totalmente la perspectiva, estamos a la deriva.
Lo más preocupante, es que la sociedad civil no exija a los representantes a quienes les dio su voto de confianza, que muestren su preocupación, que hablen por sus representados en estos tiempos tan difíciles de lo que está pasando en nuestro país. Desgraciadamente su única preocupación es su destino político, cínicamente buscan ser protagonistas en la próxima elección, de diputado mediocre a maravilloso presidente municipal, de senador invisible a gobernador soñado, de funcionario público incompetente a superdiputado; en imaginaria todo se puede, todo se manipula, cuál es el problema, no hay responsabilidad, nadie los cuestiona.
Cualquiera que tenga tantito sentido común entiende que el crimen organizado no es algo que se pueda resolver de inmediato, requiere una gran voluntad y estrategia, pero tampoco resuelven el crimen desorganizado como son los delitos del orden común, asalto y robo de vehículos en plena calle a la luz del día o robo a casa-habitación, negocios y extorsión; o es más, invasión de terrenos, ventas de los mismos terrenos hechas dos o tres veces, con perjuicio a terceros compradores de buena fe. O sea que cada quien para su santo, qué podemos hacer como ciudadanos si el Estado no nos garantiza nada, nuestra Patria se ha convertido en algo que no conocemos y que no sabemos cómo actuar.
Ésta es la verdadera herencia del sexenio anterior, Fox dejó el país como pañal de niño, con unos vacíos de autoridad y un desorden administrativo que solamente la bonanza del petróleo pudo salvar, y era tal la obsesión de cubrirse las espaldas del él, su mujer y sus entenados que hizo uso de todo y de todos para lograr sus propósitos, aun a costa del país que decía amar y defender.
¿Y el Presidente? Bien gracias, tocando la armónica, da terror la ligereza con que sus subalternos tratan los servicios de Inteligencia en el Cisen, organismo que depende directamente de él, precisamente ellos que son los encargados de garantizar e informar a su jefe los temas de seguridad nacional; y ante el escándalo que ha suscitado con el espionaje a Beltrones y las declaraciones de su titular al Financial Times, en el sentido de que hay dinero del narco en algunas campañas de legisladores, el Ejecutivo no ha movido un dedo, en lugar de que si efectivamente es así, se proceda en consecuencia. Resulta curioso que una persona tan iracunda muestre tanta complacencia para sus subalternos, es imperativo por su bien y el nuestro que remueva a dicho funcionario como le ha sido solicitado, se requiere carácter, no mal carácter, su inseguridad y su afán de legitimarse no le deja ver claro y para nuestra desgracia, en todos los demás aspectos se le ve totalmente desdibujado; no ha logrado que su partido camine junto a él; integrar una agenda de gobernabilidad y de respeto le ha resultado imposible, da pena, pero de plano no se le da, una cosa era estar parado en una tribuna hablando y que nadie oiga, y otra es llevar el timón de la nación, jugársela, defender las instituciones, amar a su Patria, salvarla, porque está herida de muerte.