Un sacerdote filipino celebró ayer una misa frente al barco 'MV Princess of the Stars', que se hundió en las costas de la isla de Sibuyan, al Sur de Manila, Filipinas. (EFE)
La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) hizo ayer un llamamiento de emergencia por valor de 5.1 millones de euros para poder asistir a más de 200 mil familias damnificadas por el tifón Fengshen en el archipiélago filipino.
Hasta el momento, y para ayudar a suplir las necesidades humanitarias más urgentes de los damnificados, la FICR ha transferido ya 123 mil euros de su fondo de reserva a la Cruz Roja Filipina.
La cifra de víctimas mortales del tifón que el pasado fin de semana azotó Filipinas ascendió ayer a 498, sin incluir a las personas que murieron en el hundimiento de un ferry en la región central, y otras 263 personas permanecen desaparecidas.
El tifón Fengshen destruyó además cerca de 60 mil casas y causó daños a otras 119 mil a su paso por las regiones central y meridional.
Según Roger Bracke, jefe de la delegación de la FICR en Filipinas, “el tifón Fengshen contradijo todos los pronósticos hechos a partir de parámetros climáticos del país y otras partes del mundo pues desvió su recorrido y atravesó partes del país por las que no estaba previsto que pasara. Además, dejó poquísimo tiempo para que las comunidades se prepararan para afrontar la grave tormenta que se avecinaba”.
La ayuda que dará la Cruz Roja durante los tres próximos meses se centra en el abastecimiento urgente de agua potable en zonas inundadas, la prevención de enfermedades cuyo vector es el agua, la provisión de refugios resistentes a los tifones y paquetes con alimentos.
Tardará un mes recuperar cadáveres de ferry
Las tareas de extracción de los cadáveres atrapados en el ferry que se hundió el pasado sábado en Filipinas con 862 personas a bordo, se espera que duren cerca de un mes, indicaron ayer fuentes oficiales.
“Se tardará un mes en retirar todos los cuerpos”, dijo Jansen Benjamin, uno de los portavoces del servicio de Guardacostas. Benjamin señaló que los buceadores de las fuerzas navales de Filipinas y de Estados Unidos que participan en la operación sólo han podido inspeccionar una parte del compartimiento de primera clase a causa de los cables y hierros que bloquean los accesos al resto del barco.
Las autoridades suspendieron ayer la operación de rescate de las víctimas mortales para estudiar qué técnicas se deben utilizar con el fin de poder entrar en otros compartimentos del transbordador sin poner en peligro la vida de los buceadores y para evitar que el navío se hunda completamente.
El vicealmirante Wilfredo Tamayo, jefe del servicio de Guardacostas, dijo que se habían rescatado un total de 142 cadáveres del interior del buque o que flotaban en aguas de la región.
Hasta el momento, la cifra oficial de sobrevivientes del desastre marítimo es de 48, casi todos ellos encontrados en islas de las provincias de Romblón y de Masbate, en la región central del archipiélago.
