A través de esta imagen es posible observar la dimesión y tipo de los colmillos.
El par de colmillos de mamut hallados recientemente en el municipio de Amealco, Querétaro, serán objeto de labores de consolidación y restauración, así como de análisis de laboratorio para profundizar sobre la identificación de la especie, por especialistas en paleontología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Pese a presentar un perfecto estado de conservación, los restos de proboscidio, resguardados en el Centro Cultural de Amealco, serán atendidos en esta localidad, para lo cual un equipo de paleontólogos y restauradores se trasladarán ahí, una vez que se les retire la capa de poliuretano que les fue aplicada para poder trasladarlos sin causarles daño.
Guadalupe Sánchez Miranda, subdirectora de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH, informó que las dos defensas o colmillos -con dimensiones de 1.90 y 2.15 metros- actualmente son sometidos a un proceso de desembalaje y estabilización, este último con la finalidad de eliminar toda la humedad que contienen, al haber estado enterrados en un lugar de cárcavas.
“La restauración se iniciará en un mes, con la finalidad de asegurar que han secado totalmente, aunque por presentar un perfecto estado de conservación no requerirán de mucha intervención”, señaló la geoarqueóloga, luego de comentar que en días pasados se concluyó la inspección zoomorfológica en este lugar, que se localiza a cinco kilómetros de Querétaro, en la búsqueda de más restos de fauna prehistórica.
Con el apoyo de las autoridades de Amealco, y la participación Alejandro López, especialista en fauna pleistocénica, se efectúo dicho recorrido que tuvo como fin detectar la existencia de más fósiles y tener una idea más clara de la naturaleza del hallazgo. “No se encontraron más restos óseos, por lo que se trata de restos aislados, es decir, no se trata de un yacimiento paleontológico”, acotó Sánchez Miranda.
“En un principio, cuando se reportó la presencia de los dos de colmillos, se pensó que podría encontrarse el animal completo, pero sólo se halló un fragmento de costilla, que también fue extraída del suelo para su estudio”, dijo.
La geoarqueóloga refirió que por las características morfológicas de los colmillos, se trata de dos animales distintos, el de mayor dimensión podría corresponder a un mamut adulto de tres o cuatro metros de altura, mientras que el más corto a uno más joven. Asimismo, estimó que la antigüedad del par de defensas oscila entre los 15 mil y nueve mil años porque aún no presentan un avanzado estado de fosilización.
Por su parte, Diego Prieto, director del Centro INAH-Querétaro, comentó que como parte de los trabajos paralelos a la conservación de los colmillos, se tiene proyectado efectuar estudios de gabinete, mediante la toma de muestras que serán enviadas a la Subdirección de Laboratorios, con el fin de tratar de identificar a las especies que pertenecen, y comparar los resultados con los datos de otros proboscidios estudiados con anterioridad.
“Los análisis de laboratorio son los más tardados y complicados, porque primero requiere de la restauración de los huesos, en este caso las defensas”, explicó el antropólogo al adelantar que una vez que se termine el proceso de conservación de las defensas, se prevé puedan ser exhibidas en la comunidad de Amealco.
“Lo que se requiere es que haya un lugar digno y que cuente con las condiciones ambientales y de seguridad, para que no se pierdan o se deterioren”, concluyó.
También a restauración
Por su parte, el arqueólogo Moisés Valadez, del Centro INAH-Nuevo León, informó que el pasado fin de semana concluyeron las tareas extracción, en un banco de tierra, de un colmillo de mamut, hallado en la región poniente de Monterrey, mismo que fue trasladado a las oficinas del Instituto en esa ciudad.
“Se trata de una defensa de 1.5 metros de longitud, que tiene un buen estado de conservación, y que fue encontrada durante las labores de salvamento que realiza el INAH en las obras de ampliación carretera del tramo Lincoln-García”, detalló.
La defensa cuya relevancia radica en que tiene una forma recta y no curva, representa la primera pieza de este tipo que se encuentra en la región. “Regularmente hemos encontrado colmillos curvos de mamutes imperator o emperador, que subsistieron hace 5 mil años, y al parecer éste se trata de una especie más antigua”, explicó.
Valadez abundó que una vez que concluyan las labores de supervisión de la obra carretera, que continuarán durante este mes, se procederá a la restauración de la pieza con el apoyo de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH.
“La intervención se tiene programada en un mes, mientras se estabiliza la pieza, y adicionalmente se tomarán muestras que serán enviadas a la Ciudad de México para su estudio”, mencionó el arqueólogo al considerar que por las características del colmillo, se cree que pudo pertenecer a un mamut adulto, con una antigüedad de 50 mil años.
