El presidente Felipe Calderón durante la cena que le ofrecieron los reyes de España en el Palacio Real. En la gráfica le acompañan la reina Sofía y el jefe de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. (El Universal)
Acuerdan México y España impulsar cooperación policiaca.
La lucha contra el narcotráfico que emprende el Gobierno de México trascendió las fronteras y fue el Rey Juan Carlos I de España quien le dio su respaldo y apoyo al presidente Felipe Calderón, quien horas antes le había pedido al Congreso español trabajar de manera conjunta en este campo.
Fue en los mensajes previos a la cena de gala en donde el Rey Juan Carlos le expresó a Calderón: “También el crimen organizado se sirve de la globalización para sus fines. Contáis con el pleno apoyo de España en la valerosa lucha contra el narcotráfico que habéis emprendido desde el comienzo de vuestro mandato”.
Calderón Hinojosa había abordado el tema durante el encuentro con los diputados y senadores españoles quienes lo recibieron con aplausos en el parlamento de ese país, ubicado frente a la sede diplomática de México en la Península Ibérica.
Calderón le dijo a los legisladores: “En este marco la cooperación internacional es fundamental. Las redes del crimen organizado transnacional, sea de tráfico de drogas, de armas o de personas, no reconocen fronteras. Por ello, España y México debemos estrechar nuestra colaboración en este frente y unir fuerzas contra toda organización criminal que atente contra libertades, la legalidad o las instituciones de nuestros países”.
En ese punto coincidió el Rey Juan Carlos I quien al mismo tiempo le agradeció al Gobierno de Calderón su apoyo en contra del terrorismo:
“En este marco os reitero el agradecimiento del pueblo español por la gran colaboración que México ha prestado a España en la lucha contra el azote terrorista”.
Calderón Hinojosa había dicho, previo a esta cena, que su objetivo es hacer de México un país seguro, de leyes, “por eso hoy libramos una guerra frontal por el Estado de Derecho y la seguridad pública, y en contra de la delincuencia organizada; por eso actuamos con firmeza y determinación empleando toda la fuerza del Estado para combatir estos males”.
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos y la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, ratificaron ayer su intención de impulsar los intercambios comerciales y la cooperación policial entre ambos países.
Moratinos y Espinosa abordaron estos asuntos en el transcurso de la reunión que ambos mantuvieron en Madrid.
El ministro español agradeció a su interlocutora la colaboración mexicana frente a la banda terrorista ETA y reiteró el compromiso de España de asistir a México en materia de lucha contra el narcotráfico.
Ambos cancilleres destacaron también su deseo de reforzar la presencia y visibilidad de México en España, en especial, en materia económica y de intercambio comercial.
En materia de inmigración, Moratinos transmitió un mensaje de tranquilidad y garantizó la continuidad en la aplicación de las medidas acordadas entre los ministerios de Exteriores e Interior.
‘Mi tarea no es administrar la parálisis’
El presidente, Felipe Calderón, aseguró ante el Congreso español que su tarea no es administrar la parálisis ni tampoco sobrevivir temporalmente.
El mandatario pronunció un discurso ante los diputados y senadores ibéricos, hecho poco común en la historia del Parlamento español, y ahí habló del debate en el que se encuentra América Latina por definir su futuro.
Sobre su Administración dijo: “No es lo nuestro simplemente sobrevivir o sobrellevar circunstancias globales o administrar parálisis, la tarea del Gobierno Mexicano y así lo entendemos quienes trabajamos en él, es transformar a México, es actuar ahora para que nuestra nación sea en el futuro la patria que merece ser”.
Rompe protocolo y saluda a mexicanos
El presidente, Felipe Calderón, modificó el protocolo y al terminar la intervención en el Congreso de los Diputados salió a pie y se dirigió a la Embajada de México en España, en donde saludó a el personal que labora en esta sede.
A su llegada el mandatario mexicano los había saludado desde lejos con la mano en alto y les indicó con una seña que volvería.
Así, al terminar su intervención en el Congreso no abordó el automóvil que ya lo esperaba y cruzó la calle a pie por lo que le detuvieron el tránsito para que así pudiera acercarse a saludar al personal de la Embajada.
