Son 170 litros por segundo los que corren por la red colgante que hubo de instalarse sobre el río Nazas, a fin de abastecer de agua potable a los lerdenses.
El abasto de agua potable se restableció entre 90-95 por ciento a la población, luego de la contingencia por la afectación de un tubo que dejó sin agua a los habitantes por una semana. Ante el daño causado a la red por la avenida del río Nazas, la madrugada del viernes 19 del mes que hoy termina, se construyó de manera provisional sobre el cauce del río la tubería colgante para abastecer de agua potable a los habitantes de esta ciudad.
“Desde el mismo día que se presentó el problema, nos dimos cuenta que nada podíamos hacer debido a que el tubo pasa por debajo del río y vimos varios opciones. La más viable era la de la red alterna a la dañada que interconecta a los 5 pozos de San Fernando y nos pusimos a trabajar ese viernes”, explica el director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Lerdo (SAPAL), Gerardo de la Torre Monarres.
“Traemos 170 litros por segundo en la red alterna, más 150 litros de los otros pozos, aunado al apoyo de los tanques de almacenamiento y con eso casi estamos al 100 por ciento, aunque todavía tenemos algunos ‘lunarcitos’ en las áreas más altas, como Ampliación La Carpa, donde todavía tienen problemas porque no llega el agua”, dice el funcionario.
SAPAL monitorea diferentes colonias para verificar el abasto de agua. Son dos pozos de San Fernando los que proporcionan el agua a través de la red alterna, pero de requerirse podría entrar en funcionamiento el tercero, adelanta De la Torre Monarres.
Piden apoyo para reubicación
Ante la inseguridad en que viven por el abra registrada el lunes de la semana pasada, vecinos de la colonia Emiliano Zapata solicitan el apoyo del Estado y el Municipio para su reubicación, “pero tampoco queremos tres cacahuates por nuestras casas”, dice Leticia Escobar.
Carmen López, Norma Corral y Leticia Escobar, piden que les den a conocer los resultados de los estudios geológicos, pues sienten que su vida está en riesgo.
El problema que tienen, mencionan, es que invirtieron en sus casas de acuerdo a sus posibilidades y ahora las fincas han perdido valor, pues nadie querrá comprarlas por el peligro existente.
“Queremos que nos den a conocer la realidad para que cada familia tome la decisión que más le convenga, pero también necesitamos que nos apoye el Gobierno del Estado y el alcalde, pues está en juego nuestras vidas y nuestro patrimonio”, expone Norma Corral.
