Chile goleó a Colombia por 4-0 para meterse de nuevo en la pelea mundialista por una de las plazas sudamericanas en Sudáfrica 2010. (AP)
Chile, goleado a domicilio el pasado domingo por Brasil, renació ayer y con una actuación de alto vuelo goleó a Colombia por 4-0 para meterse de nuevo en la pelea mundialista por una de las plazas sudamericanas en Sudáfrica 2010.
Una tormenta eléctrica que cayó sobre Santiago minutos antes del partido dejó la cancha mojada y el balón huidizo para los jugadores de ambos equipos, a los que les costó en los primeros momentos controlar la pelota resbaladiza.
Con Giovanni Hernández improductivo y a ratos perdido en la cancha, Colombia cometió el error de no tapar la salida chilena y Estrada, Cereceda y Vidal trabajaron con comodidad y sin acoso. En ese contexto, no extrañaron los goles de Chile, el primero en el minuto 26, cuando Matías Fernández sirvió un corner abierto desde la izquierda, recibió Sánchez por el medio, abrió para Medel que trepaba por la derecha y que centró ipso facto para el central Gonzalo Jara, que arremetía por el centro y envió el balón a la red.
El segundo llegó a los 38, cuando Suazo robó la pelota en la salida colombiana, hizo una pared con Fernández y al recibir la devolución remató cruzado para alojar la pelota en el pórtico de Julio.
Chile estiró la cuenta recién reanudado el juego, en el minuto 48, cuando otro corner de Matías Fernández fue rechazado a medias por la defensa colombiana. Sánchez tomó el rechazo y remató desde afuera del área, donde el defensa Ismael Fuentes, que estaba en posición adelantada, cabeceó y descolocó al portero para marcar.
Cuando el visitante afirmaba el paso y se insinuaba sobre el pórtico chileno, la “roja” reaccionó y una gran jugada de Mark González (m.71) por la izquierda se convirtió en el cuarto de los dirigidos de Bielsa, anotado por Matías Fernández, el mejor de la cancha, desde unos 30 metros.
González, con un túnel, dejó parado como poste a Perea, centró bajo para Vidal que, sin mirar, alargó para el centrocampista del Villarreal que sin pausa soltó un trallazo letal que infló la red del pórtico visitante.
El cuarto gol sentenció el partido, ya que puso término a la reacción colombiana cuyos jugadores, desanimados no volvieron a reaccionar, mientras Chile, con la mermas propia del trajín físico realizado, buscó sin fortuna el quinto gol.