La película “Che” es el plato fuerte de la inauguración de la sexta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, que culminará el próximo 12 de octubre. (El Universal)
Confiesa Steven Soderbergh los miedos que sintió al realizar la cinta, misma que inaugura la sexta edición del Festival de Cine de Morelia.
El cineasta Steven Soderbergh, reveló que uno de sus principales temores al momento de filmar la película “Che” era hacer algo demasiado tradicional, típico y acartonado.
El realizador se reunió ayer por la mañana con medios de comunicación para hablar de este proyecto que le llevó ocho años trasladarlo del escritorio a la pantalla grande.
La película es el plato fuerte de la inauguración de la sexta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, que culminará el próximo 12 de octubre con una selecta programación de cortometrajes, documentales y largometrajes. Muchos de ellos se proyectarán por primera vez aquí.
“Che” se estrenará el próximo 12 de diciembre en una premier en Los Ángeles y Nueva York, durante una corrida comercial de solamente una semana en la que se proyectarán, sin intermedio, las dos partes que integran el filme (El Argentino y Guerrilla), con una obertura musical.
Posteriormente, en enero, se exhibirá en corridas comerciales tradicionales las dos partes que conforman el filme. El realizador reconoció que a veces es difícil hablar de algo que es un acto emocional como lo es hacer una película, dado que en su opinión, a menudo las decisiones no son un acto intelectual, sino un proceso que requiere de análisis.
Ante el reto comenzó el proceso de investigación buscando la manera de no caer en lo tradicional y, finalmente, comenzó por determinar lo que no quería hacer y a lo mejor hizo el trabajo más eficiente.
“Creo que como parte de ese mismo temor era no mostrar a un ‘Che’ tan complicado y por eso la película terminó siendo tan larga”, añadió.
“La verdad, yo he aprendido a la dura y a la mala que no siempre lo mejor es pensarle de más a las cosas, entonces lo que yo quise hacer es leer todo lo que pude encontrar al respecto”.
Soderbergh se dio a la tarea de hablar con todas las personas cercanas que habían librado esa batalla con el “Che” para reflejarlo en la pantalla.
“Fue así como armé todas esas piezas y logré construir un mosaico que de alguna manera, se agregara a lo que para mí es mi “Che”, mi visión sobre él. Obviamente mi ángulo es totalmente diferente, porque yo no soy latino, ya que Ernesto no es un icono para la gente sueca, por ejemplo”, asentó.
Al preguntarle si después del rodaje ya cambió su percepción de ver a Ernesto Guevara, dejó entrever que sí, y expuso sus razones.
“Es normal que durante la filmación tengas motivos para cambiar, y en este caso, como el proceso tardó tantos años, es evidente que cambió varias veces su percepción. Y yo pienso, que a cinco años hoy voy a encontrar otra razón”.
Subrayó que ese tono del “Che”, como película hollywoodense fue a propósito. “Yo siempre he sentido que la historia de la Revolución Cubana era casi como una novela gráfica, es decir, tenía la estructura de una película clásica de Hollywood y como todo mundo ya sabe el resultado de esa revolución, habla de un conocimiento sobre los detalles de por qué ocurrió”, añadió.
En cuanto a la selección de los personajes, sobre todo, con los actores mexicanos como Demián Bichir, quien en el filme interpreta a Fidel Castro, Soderbergh dijo: “Fue un alivio encontrar a Demián, a alguien a la altura de Benicio, para equilibrar el peso de la interpretación y funcionara.
“Creo que haberlos tenido a ambos fue magnífico, de no haber sido así, la película no hubiera funcionado”.
El cineasta reveló que incluso, después de conocer al actor, cuando lo vio en acción hasta vislumbró la posibilidad de hacer la película completa enfrentándolos a los dos, durante ese periodo del 59 al 66 y a lo mejor hacer una comedia finalmente.
