El ex director de Unipol insistió en que teme por la seguridad de su familia.
Guillermo Zayas, el ex funcionario detenido en el Reclusorio Oriente por el fallido operativo en la discoteca New’s Divine el pasado 20 de junio, donde murieron 12 personas, aseguró que no se siente “feliz” por la renuncia de Rodolfo Félix Cárdenas como titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
"No me siento feliz, no quisiera que le sucediera lo mismo a él”, dijo quien está acusado de los 12 homicidios dolosos por la tragedia en la discoteca.
En la continuación de la entrevista iniciada ayer en el noticiario Primero Noticias, que no terminó debido a que se cortó la comunicación vía telefónica desde el reclusorio donde se encuentra Zayas, el inculpado reconoció que aunque este martes, antes de conocerse el cese de Cárdenas Felix, señaló a la PGJDF de “montar un teatro” en su contra por el caso New’s Divine, no se siente feliz por la separación del cargo del ahora ex prodcurador.
Sobre la separación del secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Joel Ortega, —anunciada junto con la del procurador ayer martes— se limitó a decir: "yo no podría opinar".
El ex director de Unipol (que agrupa las corporaciones policiacas del DF) en Gustavo A. Madero dejó entrever insinuaciones para encubrir o señalar a mandos policiacos y funcionarios responsables en la tragedia del Divine.
Según Zayas, le han pedido, sin dar nombres, que "aguante, que no opine nada con los medios, que me quedara callado, que en un tiempo razonable se resolvería esto".
El interno continúo deslindándose sobre el fallido operativo del 20 de junio al asegurar que "yo no ordené ningún tapón" y dijo que él sólo recibió órdenes de mandos superiores, sin especificar alguno, y que "la orden era sacar a todos los menores".
Zayas aclaró que sí se enviaron policías ese mismo día para "peinar" el lugar. Además sostuvo que nunca ordenó un "tapón" y "no soy el monstruo que han fabricado".
El ex mando policiaco no se dijo cómplice de un complot pero sí de una tragedia jurídica.
