Trasladan restos mortales de soldados La ministra de Defensa, Carme Chacón (de espalda), consuela a los familiares de Rubén Alonso Ríos y Juan Andrés Suárez García en el aeropuerto compostelano de Lavacolla, a donde llegaron los féretros con los restos mortales de los dos militares españoles fallecidos el domingo en un ataque suicida en Afganistán. (EFE)
Desde el año 2004, el pentágono de Estados Unidos ha llevado a cabo unos 12 ataques contra Al Qaeda y otras milicias de Siria, Pakistán y otros países de manera secreta, difundió la Web del diario The New York Times.
Las operaciones militares habían sido autorizadas y firmadas por Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa, con el consentimiento del aún presidente de EU, George W. Bush.
Sin importar en qué lugar estuviesen las “bases de Al Qaeda” se le concedía al Ejército la autoridad para atacar todas las bases.
Además, los militares tenían capacidad para dirigir operaciones en países que no estaban en guerra con Estados Unidos. A pesar de esto, cada una de las operaciones debía ser aprobada por altas instancias gubernamentales.
En la orden aprobada por Rumsfeld y Bush, se citaban entre 15 y 20 países, incluidos Siria, Pakistán, Yemen, Arabia Saudita y otras naciones del Golfo Pérsico, donde se cree que operaban los milicianos de Al Qaeda.
Un ex alto cargo de la Agencia Central de Inteligencia de los EU (CIA, por sus siglas en inglés) explicó que una de las operaciones incluyó la redada en un complejo presuntamente de las milicias en la región paquistaní de Bajuar.
El sitio neoyorquino asegura que sus fuentes no quisieron dar detalles de los ataques anteriores, excepto para aclarar que tuvieron lugar en Siria, Pakistán y otros países. De esta manera, han dejado claro que no se produjeron redadas en Irán utilizando la autoridad concedida por la nueva orden, aunque han dejado entrever que las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo misiones de reconocimiento en el país utilizando directrices diferentes.
Por otra parte, las fuentes consultadas han desvelado que se desestimaron hasta doce misiones por considerarlas demasiado peligrosas, problemáticas diplomáticamente o basadas en pruebas insuficientes. Los portavoces de la Casa Blanca han rechazado dar declaraciones de la información revelada.