Tito Millar Parra Izasa, Tito, uno de los nueve detenidos por la Procuraduría General de la República (PGR) por presuntos vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y cárteles de las drogas de México, es un viejo conocido de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
Fue detenido por agentes antinarcóticos estadounidenses en Miami con una carga de droga en enero de 1997 y, casi 10 años después, en México aceptó nuevamente participar en el narcotráfico.
Por eso, la medianoche del 29 de noviembre pasado, cuando fue detenido en los mostradores de vuelos internacionales de Mexicana de Aviación, Parra Izasa ni se inmutó al aceptar tener antecedentes y participar actualmente en el lavado de dinero del narcotráfico entre México y Colombia.
Ese hombre de origen colombiano, naturalizado y con pasaporte mexicano 07410049663, pasó poco más de cinco años en una prisión federal de Estados Unidos por traficar con estupefacientes.
Ante los elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), Tito y quien en el expediente que integra la PGR es identificado como el principal contacto entre las FARC y los cárteles de las drogas en México, no opuso resistencia. Así, custodiado por agentes federales caminó hasta las oficinas de la agencia en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, según el expediente PGR/SIEDO/UEIORPIFAM/186/2007.
Casi 10 años después de ser aprehendido en Estados Unidos por cargos de narcotráfico, Tito obtuvo su carta de naturalización en México. El 19 de julio de 2007, al ahora acusado de presuntos vinculados con las FARC y los cárteles de las drogas mexicanas, la directora General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Sandra Elisa Ortiz, le firmó el documento que lo reconoce como mexicano por naturalización.
Pero ni con ello Parra Isaza pudo abordar el vuelo 375 a Caracas, Venezuela. El asiento 3F que se le asignó quedó vacío en el avión que despegó a las 1:05 horas, como lo señalaba el pase de abordar que ya le habían entregado en los mostradores de la aerolínea.
Aprehensión
Cuando se despedía la noche de su detención de Angélica Hernández Ramírez, María Félix Ramos Gaspar y Ricardo Martínez Rodríguez, los elementos de la AFI lo detuvieron y se inició la investigación que permitió en las siguientes horas arrestar a ocho más de sus presuntos cómplices.
Según las investigaciones, Tito estaría dos noches en Venezuela, país con cuyo gobierno las FARC han tenido contactos para los llamados intercambios humanitarios.
Ése era el propósito que tenía establecido en su plan de viaje, el cual contemplaba el alojarse por ese lapso en el Hotel Marriott de Caracas, situado en avenida Venezuela con Calle Mohedano, Caracas, 1060 VE, en pleno centro de la capital venezolana.
Conocido también como Miguel Ángel, este hombre nacido hace 37 años en Bogotá, Colombia, pudo —con el lavado de dinero— habitar casas en barrios residenciales de lujo de México.
Su domicilio actual estaba situado en San Jerónimo Lídice 39 casa 4, delegación Álvaro Obregón.
Desde ahí, operaba junto con sus cómplices el sistema para el envío a Colombia de dinero producto del narcotráfico.
El sistema era de lo más fácil. Se trataba de una especie de monedero electrónico. A través de tarjetas de la empresa Life And Victory, cuyo propietario es otro de los detenidos, el colombiano, Joaquín Senderos, se mandaba dinero a Colombia.
En México se cargaban las tarjetas con aproximadamente 9 mil dólares y éstas eran enviadas a Colombia, donde se sacaba el dinero por cajero automático.
