Brett Scallions, ex vocalista del grupo Fuel, prendió a los laguneros. (Fotografía de Ángel Padilla)
Los Doors representan no sólo una época dentro del Siglo XX, sino todo un emblema de una generación y un pedazo de historia que sacudió los cimientos de la cultura occidental. Así pues en una fresca noche de San Valentín los amantes del buen rock and roll de la Comarca Lagunera tuvieron anoche una cita con Riders on the Storm, es decir con The Doors, quienes por cuestiones legales no pueden llamarse oficialmente de esta forma.
Aproximadamente 2000 personas, desde adolescentes hasta personas ya entrados en los 50, fueron testigos en el Coliseo Centenario del fuego interno de Ray Manzarek, tecladista, y Robby Krieger, guitarrista, quienes demostraron que el rock es el mejor rejuvenecedor que pueda existir. En la voz The Doors (vamos a llamarles de esta forma), fueron acompañados por Brett Scallions, ex vocalista del grupo Fuel, quien a pesar de no tener la misma tesitura vocal de fallecido Jim Morrison, sí prendió a los laguneros, con una actitud humilde y dispuesta a interactuar con la gente.
Pasadas de las diez de la noche las luces del Coliseo Centenario se apagaron para dar paso a los primeros acordes de Love Me Two Times, primera canción de la noche seguida inmediatamente por Break On Through (To The Other Side), dos clásicos de inicio interpretados a propósito para prender a la gente y entrar de golpe en calor. Aquí Brett Scallions, con lentes de sol y quien estuvo descalzo durante todo el concierto, empieza a interactuar con el público, al preguntarles si quieren más, para dar paso a la pieza Strange Days.
Hasta este momento parecía ser que la gente todavía no se conectaba con el recital, pero al escucharse la alucínate interpretación de la melodía When The Music is Over, la gente de inmediato se conectó al concierto y a la banda para no abandonarla jamás. Se presentó la melodía Peace Frog, muy simpática pero no muy conocida, lo cual no importó mucho porque el grupo de Ray Manzareck presentó casi inmediatamente después una trilogía perfecta, y tal vez lo mejor de la noche, Love Her Madly, Alabama Song y Five To One.
En Alabama Song Brett Scallions alzaba las manos de un lado a otro al ritmo de la famosa canción de música de burlesque, siendo seguido en el movimiento de las manos por el público, que en este momento ya no pensaba en la innecesaria comparación del joven vocalista con Jim Morrison.
Ray Manzareck, a quien se le atribuye principalmente el sonido tan particular de The Doors, se dio oportunidad en pleno concierto para expresar ante la audiencia que México y Estados Unidos eran amigos. También comentó de que Jim Morrison amaba a México, ante lo cual la gente le respondió con una emotiva ovación, para finalmente darse su tiempo para criticar de manera no muy política al presidente de los Estados Unidos, George Bush, lo anterior precedió a la melodía Touche Me, otra de las favoritas de la noche, en la cual el grupo le rindió tributo a James Brown al interpretar Sex Machine como intro de esta canción.
No pudo faltar L.A. Woman, pieza que aprovechó Brett Scallions para colocar una manta de Jim Morrison -cortesía del público- en el bombo de la batería, para posteriormente hacerle caravanas a la imagen del Rey Lagarto.
Riders on the Storm / The Doors, no podía despedirse sin interpretar la melodía más emblemática del grupo, y una de las grandes canciones de la historia del rock, Ligth My Fire, pieza que dejaron como un perfecto encore para el concierno, sin lugar a dudas la melodía más celebrada de la noche, con un Ray Manzareck tocando su teclado con el pie y un Robby Krieger demostrando por qué es considerado uno de los mejores guitarristas estadounidenses de su generación. Aquí las vibraciones de la música hicieron bailar de una forma libre y despreocupada a gran parte del público, quién no necesitó vivir en los años 60 para sentir su vibra.
Desafortunadamente para los asistentes ya no hubo más canciones, y el concierto fue relativamente corto, menos de dos horas, aunque lo más lamentable es que la gente se quedó con ganas de más música, y sobre todo de escuchar el tema Riders on the Storm, la cual le da nombre a esta versión de The Doors.
De esta forma, Riders on the Storm / The Doors, a dos días del cumpleaños número sesenta y nueve de Ray Manzareck, iniciaron una gira por la República Mexicana en la Comarca Lagunera, en un concierto que los fanáticos de The Doors disfrutaron, y a pesar de no haber contado el recital con una gran audiencia, el público que se hizo presente demostró que no era necesaria más audiencia, ya que la música de una de las bandas más emblemáticas sólo podía ser apreciada por amantes del buen rock y del espíritu de los años 60.
En detalle
Anoche se realizó el primer concierto de Riders On The Storm/The Doors de su gira en México.
- La más coreada: Ligth my Fire.
- Las más alucinantes: When The Music Is Over y L.A. Woman.
- La más estrañada: Riders On The Storm.
- El detalle: Brettt Scallions, vocalista de Riders on the Storm, le canta las mañanitas (Happy Birthday) a Ray Manzareck, quién cumplio 69 años el pasado 12 de febrero.
- Lo mejor: La actitud amena de Brett Scallions ante el publico.
- Lo peor: La duración del concierto, menos de dos horas.