Gustavo Ricalde Durán fue presidente interino de la Liga Mexicana de Beisbol en 1999, cuando en ese año la convención nacional se realizó en Mazatlán, Sinaloa, donde la mayoría de los directivos del circuito decidieron poner fin a un largo periodo de Pedro Treto Cisneros. Fuimos de los primeros en entrevistarlo durante la reunión en aquel puerto, le caracterizaba su gran amabilidad y entre lo que nos comentó en aquel entonces fue su deseo de construir una LMB con mayor apertura, que las decisiones no cayeran solamente en el presidente del circuito.
El empresario y promotor yucateco llegó en 1994 a la presidencia de los Leones de Yucatán, justo cuando la organización cumplía 25 años en la LMB, desde aquel entonces el equipo peninsular fue protagonista, y además del buen trabajo que se ha realizado con peloteros jóvenes, Gustavo Ricalde pudo saborear las mieles de un título, el de 2006, cuando su equipo le ganó la final a Sultanes de Monterrey. Directiva, cuerpo técnico y jugadores le dedicaron en ese entonces el título a su presidente, ya en ese tiempo aquejado por el terrible cáncer.
El magnate yucateco fue muy claro en el inicio de su gestión como presidente de la Liga Mexicana de Beisbol, allá en 1999, Ricalde dijo que su labor sería como interino mientras encontraban a la persona con las características adecuadas para el manejo de la liga, José Orozco Topete ocupó ese lugar sin hacer algo trascendente, siguió el ex marchista Raúl González Rodríguez, con más pena que gloria; vino después Alejandro Hütt Valenzuela y actualmente Plinio Escalante Bolio (otro yucateco) es quien ocupa la silla.
No había Convención del Beisbol Mexicano en la que Gustavo Ricalde no cantara, año con año la petición se hacía hasta que fue una costumbre y el empresario yucateco lo hacía con gusto, ése que durante varios años le permitió mantenerse dentro del deporte de sus amores, con acciones de mucho mérito y la obtención de un título cuando se decía que ese privilegio sólo parecía estar al alcance de Diablos, Tigres o Sultanes.
Durante la Convención del Beisbol de Estados Unidos, en Boston 2001, los entonces Algodoneros de Unión Laguna tenían planes para Juan José Pacho como manager y viajaron a la reunión decididos a cerrar el trato con los Leones de Yucatán, compartíamos en el Sushi Bar del hotel sede con Raymundo Padilla, cuando Gustavo Ricalde dijo que Pacho no podía dirigir a los Algodoneros porque los Leones de Yucatán lo requerían en su organización, al tratarse de un ilustre y distinguido yucateco.
Debido al título de los Leones en 2006, Gustavo Ricalde fue electo Ejecutivo del Año, aunque la enfermedad le impidió estar presente en la Convención Mundial, y fue su hijo Gustavo quien recibió el trofeo correspondiente. Los últimos meses de Gustavo Ricalde seguramente fueron de alegría y optimismo para el presidente de los Leones de Yucatán, debido a que hoy se trata de una organización sólida y exitosa, que ha estado en las dos últimas finales, lo que representa dejar atrás a los trabucos de Diablos Rojos y Tigres, acostumbrados a estar en los primeros lugares.
Gustavo Ricalde Durán se lleva a la tumba como uno de los momentos más alegres de su vida, el 27 de agosto de 2006, cuando Jesús Castillo conectó cuadrangular en la entrada 14 para dejar en el terreno a los Sultanes y dar el título de la LMB a los Leones de Yucatán. La última ocasión en que el directivo apareció en público fue el pasado 23 de octubre, durante la presentación de Fernando Valenzuela junior como refuerzo de los melenudos; el “Torito” llegó por Héctor Castañeda en cambio definitivo con Vaqueros Laguna.
El deceso de Gustavo Ricalde Durán se dio ayer en Houston, Texas, a los 65 años de edad, originario de Hoctún, Yucatán; el empresario y promotor del Rey de los Deportes seguramente tenía muchos planes por realizar, y aunque él ya no estará presente, sí ha dejado una huella y un estilo, los cuales seguramente van a mantenerse en la organización yucateca durante los próximos años.
Hoy el beisbol de la LMB, y especialmente el de Yucatán, se encuentran de luto, ha muerto uno de los directivos más exitosos de los últimos años, y de seguro en los próximos días vendrán un sinnúmero de reconocimientos. Al marcharse Gustavo Ricalde Durán deja como huella su paso como presidente interino de la liga, pero con un tiempo breve que fue bien aprovechado porque se terminaron muchos vicios del pasado. ¡Descanse en paz Gustavo Ricalde Durán!