Carlos Gómez del Campo estuvo en Monterrey al arrancar la pretemporada de Vaqueros Laguna, y entregó a cada pelotero un reglamento interno, el cual deberá estudiarse detenidamente, y en el momento de firmar su contrato se darán por aceptadas las condiciones de dicho documento. No es algo del otro mundo, sino un deseo del presidente de la organización por tener a un grupo de profesionales comprometidos con un proyecto, una directiva seria, una región beisbolera y, principalmente, con una afición que hace 58 años saboreó el último campeonato de su equipo.
Entre las peticiones que se hacen a los peloteros está el atender debidamente a los medios informativos cuando sean requeridos, desde luego, sin interferir la actividad deportiva para la cual se les contrató. Se busca, además, que todo pelotero muestre una buena imagen ante los aficionados, por lo que no se van a permitir las argollas o todo tipo de cosas que actualmente los jóvenes suelen utilizar como parte de su vestimenta cotidiana.
Estar disponibles cuando se les requiera es una situación totalmente benéfica para la buena imagen de la organización, sobre todo en tiempos actuales, en los que la prensa generalmente presta la mayor parte de su atención a los aspectos del futbol. Hoy en día son muy contados los medios de difusión que atienden al Rey de los Deportes, por lo que se antoja necesario “invitarlos” a estar siempre cerca del equipo y pendientes de los últimos acontecimientos, porque todo se va a reflejar en una buena información para los aficionados.
Contar con personas que siempre hablan de frente, como Carlos Gómez del Campo, es una enorme ventaja en la labor informativa, porque no es lo mismo informarle a los aficionados que Luis Carlos García no reporta por un problema en la cintura, que señalar contundentemente la conducta del hermosillense, que al verse afectado en sus ingresos decidió no reportarse a la pretemporada en Monterrey.
La contratación de Luis Carlos García se hizo con el convencimiento pleno de tener a uno de los mejores peloteros mexicanos de la actualidad, y como sucede en estos casos, para traer a este jugador se realizó una fuerte inversión al comprar su contrato a los Tigres de Quintana Roo, con quienes no estaba dispuesto a regresar desde que Carlos Peralta Quintero dijo que ahí nadie ganaba más dinero que Matías Carrillo. Luis Carlos estuvo cerca de venir a Torreón hace cuatro años, en tiempos de José Antonio Mansur Beltrán como presidente, sólo que la inversión requerida era tan grande que en ese momento se declinó la idea de traerlo.
Al referirse a José Antonio Mansur hijo, cabe destacar que dos días atrás se anunció que la Liga Mexicana de Beisbol está a punto de levantar el castigo que pesaba sobre el pelotero puertorriqueño Armando Ríos, por lo que sucedió el 27 de mayo de 2004, cuando el entonces jugador de los Toros de Tijuana tuvo un altercado con el mandamás de Vaqueros Laguna, en el Estadio de la Revolución. La información que se ha dado al respecto tiene una falla, porque el directivo nunca bajó al terreno para retar al jugador, como señala esa versión.
José Antonio Mansur se encontraba molesto porque Armando Ríos se había comprometido para jugar con Vaqueros Laguna, pero los Toros de Tijuana en aquella ocasión abrieron la chequera e hicieron que el boricua cambiara de parecer, por lo que durante la visita de los fronterizos a Torreón los ánimos estaban caldeados desde el inicio de la serie; Carlos “Chamo” Hernández era el manager de Tijuana, y desde la primera entrada empezaron los pelotazos, pero el intercambio entre José Antonio Mansur y Armando Ríos se dio de larga distancia, desde el palco central hasta el terreno de juego, en el Estadio de la Revolución.
Y vaya si hay situaciones de este tipo en el mundo del beisbol, Sultanes de Monterrey jugaba en Torreón y Demond Smith conectó cuadrangular a Víctor Hermosillo, el estadounidense se burló del lanzador mientras daba la vuelta al cuadro, por lo que la orden de la presidencia en Vaqueros fue: pelotazo al “Demonio” en su siguiente turno al bat, y de no hacerlo el lanzador recibiría una multa. El turno le tocó a Adrián Osuna, que hizo dos lanzamientos sobre el cuerpo del bateador, quien hábilmente se libró del pelotazo, Osuna, entonces, se encontró con un descuento a la hora de cobrar su siguiente quincena.