Aunque se perdió la serie frente a Saraperos en Saltillo, el accionar de Vaqueros Laguna enseñó cosas interesantes, la ofensiva, que había sido el punto débil del equipo naranja, fabricó 11 carreras en cada uno de los dos primeros partidos, una productividad que le habría alcanzado para barrer en las series en casa a Leones de Yucatán y Tigres de Quintana Roo.
El pitcheo ha mantenido al equipo en la pelea, pero los problemas serios ya empezaron, al lesionarse Fernando Barreras, un lanzador al que la organización naranja le tuvo mucha paciencia, con el deseo de convertirlo en uno de los abridores de confianza para 2008. Anteriormente vino el problema de Juan Antonio León, que después de dos salidas como abridor fue enviado al staff de relevistas. Las dificultades en el caso de Vinicio González aún no terminan, su hermano José Natividad se golpeó el codo derecho en una caída, y así, de pronto la marcha exitosa de Vaqueros Laguna se vio afectada.
Todas estas situaciones que se mencionan forman parte del beisbol, un equipo siempre debe estar preparado para estas eventualidades y tener el material suficiente en la banca es parte fundamental en el éxito de un equipo profesional. Lo que no se vale, y es necesario exigir una solución inmediata, es que actitudes como la del ampayer José Vargas en contra de Emmanuel “Peque” Valdez sigan adelante, en perjuicio de una organización seria y también de un pelotero con una trayectoria acorde a la de un profesional.
El ampayer José Vargas, por cosas del beisbol, ha tenido varios encuentros con Emmanuel Valdez, las decisiones siempre apretadas han sido en contra del cachanilla que ya no aguantó más y se vio obligado a reclamar. Pues bien, esos reclamos ya le costaron al “Peque” una multa de tres mil pesos por parte de la Liga Mexicana de Beisbol, no se trata de ventilar quién tiene la razón, pero cabe preguntarse si también José Vargas será sancionado por la actitud retadora y amenazante sobre un pelotero que generalmente lleva todas las de perder.
El miércoles, en el segundo de la serie en Saltillo, Emmanuel Valdez estaba en segunda base cuando vino una revirada y la acción fue un claro safe, de acuerdo incluso con colegas de la capital coahuilense. El “Peque” Valdez reclamó el señalamiento claramente erróneo pero, como generalmente sucede, no pasó nada, la jugada se quedó en out, y al venir después un imparable de Iván Araujo, la marcación cobró mayor relevancia.
Recordamos uno de los juegos en Torreón el pasado fin de semana, al caer el último out del partido que ganaron los Tigres de Quintana Roo, hubo un intercambio de palabras entre Emmanuel Valdez y los tres ampayers en turno, lo cierto es que el “Peque” sabe ya que contra él existe una persecución y debe ser consciente de la necesidad de dedicarse a lo suyo, que es jugar, la otra situación tendrá que tratarla la directiva naranja con Néstor Alva Brito, que conoce a la perfección el teje y maneje sobre la LMB y los ampayers.
Es necesario que Vaqueros Laguna insista en la exigencia de justicia por parte de los ampayers, no se pide que se regale algo, sencillamente se exige justicia porque tan importante para la LMB debe ser el pelotero como el ampayer, el público e incluso el directivo. En Vaqueros Laguna existe plena conciencia de la irregularidad que ha cometido el ampayer José Vargas, el problema no debe dejarse crecer, y en cuanto más pronto se le ponga fin, el beneficio general saltará a la vista. Es obvio que José Vargas no aceptará como ciertas las cosas que se le achacan, pero es evidente que esta persona sale predispuesta en contra del “Peque” Valdez, cuando le toque trabajar en un juego de la novena lagunera.
Y en el aspecto de los anotadores oficiales también hay problemas serios, como en el caso de Saltillo, en donde las decisiones se toman siempre en busca de beneficiar al equipo de casa. El martes, en el primer partido en Saltillo, hubo una revirada de Baudel Zambrano a segunda base que pasó al jardín central, Omar de la Torre en oportuna asistencia evitó que los corredores tomaran una base extra en jugada de toque de bola, y el anotador oficial dio error, pero en cambio sí dio como limpias las carreras que provocó esa decisión. Hay muchos ejemplos sobre casos similares, por lo que es necesario reconocer el trabajo de Alejandro Soto Jurado como anotador en el Estadio de la Revolución, porque él señala lo que le dice su vista y el criterio, sin importar los amiguismos o compadrazgos que aún son muy comunes.