El plazo para hacer ajustes en el roster de Vaqueros Laguna se vence (como en todos los equipos) el 30 de junio y al conocer a la directiva guinda es un hecho que habrá movimientos, seguramente para apuntalar el pitcheo, sin descartar alguna sorpresa para la ofensiva, porque Donny León, debido a sus rodillas, no es el que se requiere, mientras que hoy no se puede precisar la fecha exacta para el regreso de Luis Carlos García.
Es loable la actitud de la directiva lagunera, al no bajar los brazos y mantenerse en busca de los refuerzos apropiados para apuntalar el equipo en la recta final del calendario regular. Después del 30 de junio no se podrán hacer movimientos, por lo que restan los días apropiados para hacer la elección adecuada de los refuerzos que vengan a apuntalar al equipo.
El viernes anterior se vivió una jornada triste para los seguidores de Vaqueros, hablar de tres errores en una entrada un tercio es en verdad exagerado, demuestra falta de concentración y no pocos aficionados en las tribunas empezaron a manifestar sus sospechas. Luis Dovalina, ubicado en un Palco Home, no daba crédito a lo que veía.
Se comentaba que es normal ver a uno o máximo dos elementos en una mala jornada, pero cuando se ve a tres, cuatro o cinco, es lógico que algunas personas se manifiesten, errores como el de Dionys César, al dejar caer un elevado a las manos, o bien el roletazo que no pudo manejar Juan Delgadillo, no son propios ni de una liga llanera, el público de inmediato reacciona y llega a sentirse defraudado por lo que ven sus ojos.
Interesante resultó la plática con Luis Dovalina, el directivo ya está más involucrado en cuestiones deportivas y se hablaba del problema principal que hoy vive el beisbol; la falta de aficionados en los diferentes estadios y el cada día menor interés de algunos medios de comunicación, quienes sueñan, se levantan, comen y se acuestan con la Eurocopa, la Libertadores o el doble enfrentamiento de México ante una de las máximas potencias del futbol mundial, Belice.
Hoy al hablar con aficionados al beisbol de muchos años, se encuentran razones como la difícil situación económica, la terriblemente larga duración de los partidos, los altibajos que ha exhibido Vaqueros Laguna y aunque parezca increíble, la intensidad del ruido en el interior del Estadio de la Revolución, que no permite mantener un diálogo con la persona que está en la siguiente butaca.
Sobre la duración de los partidos, el manager y el cuerpo de ampayers pueden hacer mucho por mejorar ese aspecto, en varias ocasiones el principal no se anima a cantar el tercer strike y eso prolonga los juegos, los bateadores o el receptor piden tiempo en demasiadas ocasiones, los managers cambian de lanzadores hasta tres veces en una entrada, bajo esa creencia de que un lanzador zurdo va a dominar a un bateador zurdo; en Vaqueros Laguna existen dos ejemplos muy claros, en los casos de Mario Valdez y Héctor Castañeda, quienes han repartido palos a diestra y siniestra cuando el manager contrario pretende dominarlos con un lanzador zurdo.
En tiempos de Alejandro Hütt como presidente de la LMB, se establecieron reglas muy estrictas en contra de los bateadores que se salieran de la caja o entre los lanzadores que se tardaran excesivamente en hacer su trabajo, la medida dio resultado, pero poco a poco se ha extinguido, quizá por las constantes muestras de desacuerdo del lanzador o bateador que en el caso resulte perjudicado.
Para nadie es un secreto a voces que el trabajo de los ampayers en 2008 ha sido irregular, pero no se puede responsabilizar a los hombres de azul sobre la derrota ni de Vaqueros Laguna ni de ninguno de los otros equipos de la LMB. Lo que se debe hacer es un verdadero análisis en las 16 organizaciones y encontrar las fallas que se han cometido, con el único afán de corregirlas. Cuando las cosas no se hacen bien y vienen las derrotas, la frustración suele aparecer y con ella el echar la culpa a terceros de lo que no se hizo bien. En el caso de Vaqueros Laguna es tiempo de mantener la tendencia al crecimiento, de que cada quien realice su trabajo y de conseguir los refuerzos requeridos; si todo lo anterior se conjunta, el equipo naranja será protagonista este mismo 2008, así el trabajo de los ampayers se mantenga en el mismo nivel.
En Vaqueros Laguna se ha trabajado intensamente los dos últimos años en busca de construir un equipo sólido y protagonista, pero las cosas grandes requieren de mayor tiempo y en la medida que se den los pequeños pasos, se encontrará el objetivo, el cual en la novena lagunera es muy claro, ser protagonista ya de la postemporada, pero no dar marcha atrás en la construcción de un equipo importante no para uno, dos o tres, sino para muchos años más.