Vaya agradables sorpresas que brindaron de manera consecutiva Baudel Zambrano y Randy Gálvez, dos lanzadores derechos que no estaban contemplados en la rotación de abridores, pero hoy levantan la mano en espera de que Ramón Esquer y Héctor Heredia les brinden una nueva oportunidad de iniciar partidos. Cuando el calendario regular de la Liga Mexicana de Beisbol está a punto de entrar en su recta final, qué importante es para Vaqueros Laguna contar con nuevas alternativas de pitcheo, elementos confiables para apuntalar el staff de abridores y haya un cuerpo de relevistas como verdadero apoyo para Carlos Gutiérrez, Federico Castañeda y Yoel Hernández.
En un abrir y cerrar de ojos el panorama del pitcheo en Vaqueros Laguna dio un giro de 360 grados, hoy se mantiene Juan Salvador Delgadillo como el más consistente, muy cerca viene Alberto Manrique, y otro que ha tenido buenas actuaciones pero mala suerte es Jorge Luis Ibarra. El también zurdo Azael Álvarez ya en Monclova colgó cinco ceros a la fuerte artillería de Acereros, por lo que hoy se puede hablar de cuatro abridores confiables, pero con dos brazos en espera de la oportunidad para abrir juegos, Baudel Zambrano y Randy Gálvez. No es un secreto, la fortaleza de Vaqueros Laguna radica en su ofensiva, la ausencia de Luis Carlos García se ha dejado sentir, pero Ramón Esquer cuenta con los elementos necesarios para que el equipo alcance su máximo nivel, ahora que se avecinan series claves, tanto fuera de casa como en el Estadio de la Revolución.
Rafael y Héctor Castañeda son bateadores importantes que pueden resolver un partido, como lo hicieron en Saltillo; César Márquez difícilmente va a trabajar como receptor, pero la calidad de su bate lo ha llevado a jugar en el outfield, en donde, además, se cuenta con Enrique Martínez y Édgar Barragán, en tanto que Rolando Pereyra es la opción para una emergencia en el cuadro.
A poco más de un mes para el final de la temporada regular, a Vaqueros Laguna le queda un escaso margen de error, el equipo debe acercarse a un beisbol perfecto si se quiere alcanzar el play off, hasta ahora la oficina ha realizado su trabajo, el cuerpo técnico busca lo mejor en lo que le corresponde y falta que el grupo de peloteros mantenga esa entrega total, como corresponde a verdaderos profesionales, comprometidos con la organización a la que pertenecen y con el público que los apoya.
Quienes estén en el terreno de juego deberán hacerlo bien concentrados, el encargado de dirigir el tráfico en tercera base tiene en sus manos una labor clave, porque por ahí se han escapado triunfos que ya se saboreaban. Ramón Esquer debe manejar su pitcheo en la forma adecuada, Pedro “Mago” Septién asegura que un buen estratega debe tener la habilidad para cambiar a su pitcher ni un lanzamiento antes ni uno después, parece sencillo decirlo, pero qué complicado suele ser para algunos manejadores.
Es importante obtener el mayor provecho de cada uno de los integrantes del roster y si el pitcheo es el departamento que ha enseñado más carencias, ahí precisamente se debe poner mayor atención. Cuando se tiene un bullpen tan trabajado es importante dosificar la actividad, si un lanzador realiza una labor efectiva en la loma, hay que dejarlo, así venga al bate un derecho, zurdo o bien, que se pare por ambos lados de la caja de bateo, esa creencia de que el zurdo va a dominar al bateador zurdo ya luce obsoleta, los grandes managers la tienen en el olvido y dicha creencia poco a poco deberá desaparecer del firmamento beisbolero.
Habrá quien no esté de acuerdo en esta apreciación, pero echar un vistazo a las veces que dicha estrategia da resultado, permite ver que son mucho más las ocasiones en que el movimiento es contraproducente, y no se trata de ir tan lejos, sino recordar la serie en Monclova, cuando Gonzalo Meza hizo pedazos el pitcheo zurdo de Vaqueros Laguna, ahí está la historia, no es algo que se haya inventado, la evidencia es más clara que el agua.
Hoy existe la decisión de que Paco Chávez permanezca en la caseta junto a Ramón Esquer para que el piloto de Vaqueros Laguna tenga un buen apoyo, mientras tanto, José Luis “Chato” Luna se hace cargo del cajón de coach de tercera base, en lo que también ha sido una medida acertada, porque esa posición es tan importante como cualquiera de las nueve que se cubren en el terreno de juego.