Aunque Vaqueros Laguna fue eliminado el viernes anterior y faltan ocho meses para el arranque de la temporada 2009, es tiempo de tomar decisiones que en el futuro inmediato van a marcar el rumbo del equipo, cuyo compromiso con su afición es cada vez mayor.
Es importante separar los hechos que se han dado en torno a la organización naranja y que concluyeron con la eliminación de la postemporada. El objetivo primordial se llama play off y no se logró, a pesar de las fuertes inversiones realizadas en 2007 y 2008 en busca de darle a la afición esa alegría que tanto anhela y que en Vaqueros Laguna sólo se ha dado en 2004, cuando seis equipos de cada grupo avanzaron a la fiesta grande.
El primer paso será contratar a un gerente deportivo, después deberá venir la confirmación de Rafael Castañeda o el anuncio de un nuevo manager, para continuar con los ajustes en el plantel, en donde no se debe olvidar al coach de pitcheo, que deberá ser un elemento empapado con lo que hoy es la Liga Mexicana de Beisbol, porque ya se ha visto que haber lanzado en ligas mayores hoy no es garantía de ser un buen coach de los lanzadores.
No se puede negar que las lesiones en 2008 afectaron como nunca a la escuadra naranja, por lo que de cara a una nueva temporada será necesario implementar un esquema que obligue a cada pelotero de nuevo ingreso a ponerse en manos del doctor Salvador Chavarría Vázquez, encargado del aspecto médico en la organización.
En 2007, Dave Elder llegó a Torreón y de inmediato se le pidió subir a la loma de pitcheo como abridor, el estadounidense dijo que su trabajo era relevar, pero por las condiciones del equipo se le pidió iniciar un partido y su debut fue promisorio, Elder siempre demostró ser un profesional, pero desde su llegada a la organización presentaba un problema en su codo derecho.
Esa misma temporada se activó a Adrián “Duquecito” Hernández, el cubano enfrentó a un bateador y de inmediato se resintió de su brazo derecho y nunca más volvió al equipo. En aquella ocasión, después del incidente con Adrián Hernández, se supo que el antillano nunca fue checado por el galeno Salvador Chavarría Vázquez, situación que indica que no sólo hay problemas de comunicación del club hacia los medios, sino en el mismo seno del equipo, porque no es posible que un lanzador, el cual recientemente había sido operado, no vaya a revisión con el médico del club.
Vinicio González llegó en 2008 a Vaqueros a cambio de José Amador Rodríguez, posteriormente Laguna trató de obtener algo más a cambio de su mejor productor de carreras en 2007 y así se dio la llegada de Héctor Chavarría. Es importante preguntarse si elementos como Vinicio González o Héctor Chavarría fueron revisados por el doctor antes de concretar el movimiento, la respuesta es “no” y las consecuencias ahí están, más claras que el agua, y si no, sólo basta echar un vistazo a los números de los involucrados.
Hoy, con justa razón, los aficionados esperan noticias sobre lo que va a pasar en Vaqueros Laguna, porque un acontecimiento de la magnitud de la eliminación merece un punto de vista de la directiva, el cual hasta anoche no se conocía. La mayoría de los comentarios, y entre ellos incluimos el nuestro, está a favor de la continuidad de Rafael Castañeda, pero nada ha dicho la organización sobre la permanencia del “Chivigón” o la llegada de otro manager. Mantener al estratega capitalino sería dar continuidad a un trabajo que, sin ser lo que se esperaba, inició este año.
Rafael Castañeda tiene ya experiencia como manager y es el actual campeón de la Liga Invernal Veracruzana, un circuito fuerte, quizá el segundo en importancia de los que se juegan en el invierno. Dar la continuidad a Castañeda implicaría que el “Chivigón” se involucrara con los peloteros de la organización naranja en las diferentes ligas de desarrollo, y a la vez dejar a un lado su participación en la Invernal Veracruzana.
No deja de escucharse el nombre de Derek Bryant, el manager destinado a suplir a Ramón Esquer, sin embargo, el estadounidense pretendía asegurar el resto de la temporada 2008 y al menos una más, por lo que el acuerdo finalmente no se dio; Vaqueros Laguna no está ya en posición de aceptar las exigencias de nadie, así sea el mejor manager, pelotero o directivo. No queda, entonces, más remedio que esperar.